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Jair y Francés: la pareja de mármol

Desde la llegada de Jim, con el aragonés y el portugués como dupla de centrales, el Zaragoza solo ha encajado un gol dentro del área. Ambos han robustecido la fiabilidad defensiva, aspecto elemental en la mejora del equipo. Xavi Aguado, central mítico del club, y Luso Delgado, canterano zaragocista y excompañero de Jair en la SD Huesca, radiografían el tándem.

Jair y Alejandro Francés se funden en un abrazo en el partido del pasado viernes en Sabadell.
Jair y Alejandro Francés se funden en un abrazo en el partido del pasado viernes en Sabadell.
Gerard Franco

“Son la extraña pareja. Uno es experto, veterano y con envergadura; el otro, joven, y con una complexión más normal”. “La extraña pareja”, dice Luso Delgado, 35 años de polivalencia dedicada al fútbol, actual jugador del Tudelano, formado en la Ciudad Deportiva, conocedor, pues, de la materia prima aragonesa como Alejandro Francés, y no hace mucho compañero de Jair Amador en el histórico ascenso a Primera de la SD Huesca en 2018. Su mirada a los dos pilares sobre los que se asienta, firme, robusto, consolidado, el Real Zaragoza de JIM nos recuerda que, muchas veces, en las diferencias residen muchos de los secretos del fútbol. 

Francés y Jair responden a perfiles desiguales de centrales, pero eso es precisamente lo que los enriquece como pareja, los complementa y los mezcla con una exactitud y armonía en la que uno mitiga la debilidades del otro y el otro potencia las virtudes del uno. “Se compenetran y se entienden muy bien. Tanto colectiva como individualmente están rindiendo a un gran nivel sujetando la defensa del equipo”, amplía Luso Delgado, mientras un mito en el arte del corte, la leyenda defensiva Xavi Aguado, redondea una primera aproximación a esta pareja de mármol: “Se entienden sin hablarse. Hay situaciones en la que se ve que Jair sabe que Francés va a anticiparse y le guarda la espalda. Y al revés también: en el juego aéreo, Francés sabe que Jair va a ganar el duelo, pero, por si acaso, siempre se posiciona en la cobertura. Es fundamental tener dos centrales así, de esta inteligencia táctica y defensiva”.

“Se entienden sin hablarse. Hay situaciones en la que se ve que Jair sabe que Francés va a anticiparse y le guarda la espalda"

Una sinergia con un impacto frontal en el crecimiento del Real Zaragoza, aferrado a la mejora defensiva como palanca de su recuperación desde que JIM agarró la pizarra. En los siete partidos con el técnico alicantino, el equipo ha pasado de recibir 1,3 goles por partido a encajar solo 0,6. De los cuatro tantos que le han marcado al Zaragoza de JIM, no obstante, dos han sido de penalti (Albacete y Sabadell), otro un misil lejano e imparable de Luis Muñoz (Málaga) al que solo un milagro podía ponerle solución, y otro en un cabezazo, en una jugada de estrategia en una falta ensayada (Cartagena). 

Es decir, al Zaragoza de JIM, con Francés y Jair como vigías del centro de la defensa, solo le han marcado un gol de remate en el área, solo uno, también, en jugada, el disparo inabordable del Málaga desde la estratosfera. Ningún rival, pues, le ha metido al Zaragoza dentro del área en jugada. Y esto desvela el origen de la transformación competitiva del equipo: ha convertido una debilidad endémica, la defensa del área propia, en su fortaleza. Peybernes, fichado en enero para cicatrizar esos metros decisivos, un especialista en la materia, observa cómo Jair y Francés han colgado el cartelito de ‘prohibido el paso’ al once inicial. “Ahora es muy difícil amenazar al Zaragoza dentro del área o con centros laterales. Todos los balones en los que venía sufriendo son ahora controlados gracias a esa capacidad de anticipación de Francés o el dominio del área, tanto por arriba como con los pies, de Jair. Al final, esa seguridad se ha trasladado también al resto de líneas. Parte del éxito de este equipo está precisamente en esto”, analiza Aguado.

"Ahora es muy difícil amenazar al Zaragoza dentro del área o con centros laterales. Todos los balones en los que venía sufriendo son ahora controlados"

Los siete partidos de JIM han tenido la misma dupla de centrales. El técnico, lince y con la mili bien hecha, no ha alterado ese orden establecido, basando sus mecanismos defensivos en una pareja firme de centrales. JIM sabe del asunto. Su obra magna, el Levante que metió en Europa, era un equipo que defendía muy abajo y muy junto, pero sobre todo que era inexpugnable en su área. Ahí no entraba nada ni nadie, bajo la ley marcial de Ballesteros y David Navarro. Ese Levante era uno de los equipos del continente que mejor protegía su área gracias a la cimentación elaborada por JIM. Ahora, busca lo mismo con Francés y Jair, a quienes dio continuidad después de que fuera Iván Martínez quien intuyera el potencial de la mezcla. Antes de su despido, el joven entrenador zaragozano, desde el minuto 54 de la victoria contra el Fuenlabrada y en los partidos de Almería y Gijón, ya juntó como pareja a Jair y Francés -frente a Espanyol y Castellón también habían coincidido pero en línea de tres con Guitián-.

Jair, en un entrenamiento del Real Zaragoza.
Jair, en un entrenamiento del Real Zaragoza.
Toni Galán

Entonces, los momentos de ambos futbolistas no eran los mismos, y en el fútbol los momentos muchas veces dan sentido al análisis. Jair Amador estaba, como quien dice, de pretemporada, después de un inicio de curso accidentado, con una lesión de rodilla arrastrada desde agosto y la rotura muscular que sufrió en Leganés en su única participación con Baraja. No jugó en 10 partidos por esos problemas físicos, y, cuando retornó, lo hizo abajo de su curva de nivel, con descuidos letales en la derrota de Almería o en Gijón. Eran días en los que Alejandro Francés se asomaba como central en el fútbol profesional, descubría un nuevo entorno, aprendía a base de algún que otro desliz, le tomaba medidas a su nueva responsabilidad…

En resumen, el lógico aprendizaje al que se enfrenta un chico de 18 años, con la exigente camiseta del Real Zaragoza, y en Segunda División. El tiempo, ahora, va arrojando sus frutos. “Los dos han agrandado mucho su figura. Jair al principio tuvo alguna fisura o despiste que costaron caro, pero eso queda atrás. Ahora es clave en la estrategia defensiva. Dentro del área pequeña es muy poderoso anulando al rival. Tiene un físico imponente y experiencia. En las últimas semanas, no ha jugado mal nunca. Ni Francés, parece mentira la concentración que tiene para su edad”, explica Luso Delgado, excompañero de Jair, ya como lateral o como mediocentro en la SD Huesca, temporada en la que el central portugués se consolidó como uno de los mejores de la categoría. “Se está acercado a aquel nivel. Fue su mejor temporada como profesional. Es un futbolista muy centrado, una persona muy tranquila. Se perdió la pretemporada, le costó empezar, no terminaba de dejar de tener molestias en la rodilla y se lesiona el sóleo… Al final, no tenía continuidad. Ahora, asentado, con confianza y tranquilidad está respondiendo como el central principal para el que estaba llamado a ser en este equipo”, describe Luso Delgado sobre el futbolista de 31 años, autor en Sabadell, además de su primer gol zaragocista.

"Jair se está acercando a su nivel del Huesca. Es un futbolista muy centrado, muy tranquilo"

Más joven, solo 18, apenas mayor de edad, pero con una mentalidad privilegiada, es Alejandro Francés, a quien Xavi Aguado a visto crecer desde crío en los campos aragoneses y jugar y rendir en todos los puestos de atrás, una polivalencia que se alimenta de un don al alcance de pocos: el talento defensivo. “Pocas veces se habla de ese tipo de talento. Yo, en mi campus, siempre hablo de lo mismo a los chavales: cómo interpretar el juego, dónde va la pelota o el delantero. Pero eso se tiene o no se tiene. Francés tiene esa capacidad de adivinar los movimientos del balón y del atacante, y adelantarse con rapidez. Eso es muy típico de chicos que saben que no van a tener, desde niños, un físico para imponerse defendiendo. Yo no era un central rápido, pero sabía adelantarme”, apunta Aguado.

Francés, en un entrenamiento del Real Zaragoza.
Francés, en un entrenamiento del Real Zaragoza.
Toni Galán

Francés saltó en verano a la primera plantilla, avalado por Lalo Arantegui, quien le habilitó una plaza cediendo a Clemente al Logroñés para que ambos prometedores jugadores no se solaparan y tuvieran el espacio y los minutos adecuados para progresar. Y como muchas veces sucede Francés ha hecho pequeño su rol inicial, enfocado también a reforzar los laterales si era necesario. “Siempre podías tener la duda de su adaptación como central por la altura, pero está claro que tiene la virtud de la anticipación. Sabe intuir adónde va la pelota y adelantarse al delantero. Hay detalles, como el otro día con Álvaro Vázquez, a quien desquició en Sabadell, que son de mucho nivel. Muchas veces, cuando tiene un delantero más alto, no entra a la disputa y se le adelanta para sacarlo de la zona. Es muy incómodo para un punta”, concreta Aguado. 

“Juega muy atento, es técnicamente fino, inteligente e intuitivo”, completa Luso Delgado, asombrado con la naturalidad con la que ha tomado la defensa: “Es alucinante lo de esta generación, con rendimientos tan completos: el físico de Iván Azón, Francho jugando como un veterano y Francés asumiendo la responsabilidad defensiva de un equipo como el Zaragoza y no cometiendo errores. Tiene mucho mérito. Tendrá el techo donde quiera y le dejen las lesiones”.

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