Vértigo real en el final de una temporada desastrosa, admite Láinez

La plantilla del Real Zaragoza aseguró durante la semana que el de Gerona es el partido más importante en la historia del club. El entrenador, lo corrobora.

Láinez, junto a su segundo, Raúl Jardiel.
Vértigo real en el final de una temporada desastrosa, admite Láinez
Daniel Marzo

El partido de Gerona es para el Real Zaragoza la búsqueda de un salvoconducto de vida como institución, como club que ya tiene más de 85 años de vida. Eso es lo que supone a falta de solo 2 partidos para el final de la liga el hecho de poder rubricar la permanencia en Segunda División. Pobre aspiración, pero de un valor extraordinario si se tiene en cuenta que un descenso a Segunda B es sinónimo de liquidación como SAD. La desaparición definitiva.

Por eso, la plantilla ha manifestado durante la semana ser sabedora de que el valor de este partido es supremo para la entidad zaragocista. "El partido más importante de la historia del club", dijo Javi Ros, encuadrando la trascendencia del duelo en Montilivi dentro de estas coordenadas acertadas.

César Láinez, el entrenador de la recta final de curso, el que está a uno solo punto (que quizá no haga ni falta en virtud de los resultados de terceros) de abanderar la reacción final suficiente para evitar el desastre histórico del descenso fuera del fútbol profesional del Real Zaragoza, no tuvo problemas este viernes en opinar al respecto.

"Esta sensación general es de vértigo, pero es real. Sabemos que un punto nos da la posibilidad matemática de salvar una temporada que creo que ha sido, en general, desastrosa", reconoce Láinez con absoluta franqueza.

Ya en el esprint final del torneo, Láinez evidenció su prisa por terminar lo que está suponiendo un calvario para todo el zaragocismo, una campaña, la 2016-17, convertida en un vía crucis en el que él está portando la cruz en los últimos 12 partidos, los más estresantes.

"Si logramos alcanzar la salvación, esto abrirá las puertas a que vengan temporadas venideras mucho mejores. Yo me marque cuando cogí el equipo el objetivo de sumar 50 puntos y salvarlo. Y estoy a uno. No sé si la plantilla quiere que me cueste esto la vida, por lo que lo está alargando lo de llegar a 50. Y, como ya dije, si lo consigo va a ser el mayor premio que vaya a tener nunca con el Real Zaragoza. Si en el futuro próximo este equipo logra cosas, será porque un día Raúl Jardiel, David Madurga y César Láinez se metieron en esta vorágine", razonó en una clara muestra de cómo está analizando particularmente su singular paso al frente de la plantilla del primer equipo en este momento concreto de la historia blanquilla.

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