El rol de Lanzarote puede estar en la segunda punta

Por eso Milla prueba con un 'extremo' como Casado, de marcado cariz defensivo, que libere al goleador de las obligaciones de retroceder en exceso.

Manu Lanzarote, a la izquierda, serio, camina junto a Fran en el entrenamiento de este viernes en la Ciudad Deportiva.
El rol de Lanzarote puede estar en la segunda punta
Aránzazu Navarro

El jueves, en el entrenamiento de La Romareda, Luis Milla probó el novedoso sistema 4-4-2 con Ángel y Lanzarote como delanteros. En ese simulacro, los extremos eran Xumetra, por la derecha, y Casado -la gran novedad de la semana- por la izquierda. Esa es la solución que permite fortalecer los apoyos defensivos en la banda zurda del equipo, libera a Lanzarote de las obligaciones de retroceder en exceso a campo propio (su gran déficit táctico) y deja al catalán en el campo dentro del once titular muy próximo al lugar donde es más útil al equipo: cerca de la portería adversaria, con opciones de gol o de asistir a sus compañeros. 


Esta mañana, en su encriptada explicación de la revolución que está ensayando para afrontar el crucial partido de Valladolid este domingo, Milla ha dado varias claves en este sentido. "Fuera de casa las cosas no acaban de funcionar. Cuando tienes problemas por los costados, cuando te atacan por esas zonas, os podéis hacer una idea de que ahí queremos ser más fuertes. Por ahí va un poco nuestra idea", indicó en primera instancia el técnico de Teruel. Milla busca que Xumetra apoye lo suficiente por la derecha a Fran y, sobre todo, que Casado y José Enrique, en su singular apuesta por el doble lateral, ahora por la izquierda, compongan un ala robusta ante las embestidas del Valladolid, el rival de turno.


Y, sobre la posibilidad de dejar en el banquillo a Lanzarote, a causa de su evidente carencia de vocación en las tareas de contención, Milla ha sugerido que esa no es la postura razonable en un equipo como el actual Real Zaragoza, donde la calidad no es excedente y el barcelonés es el mejor goleador, el mejor asistente y, seguramente, uno de los mejores futbolistas técnicamente de la Segunda División. "Lanzarote ha estado hasta ahora extraordinariamente bien. Ha sido un jugador, para nosotros, relevante. Y, es verdad, a veces pasan cosas como la discusión del otro día con José Enrique. Pero no hay que sacarla de quicio. Si los resultados no se dan, lo normal es que estas cosas sean así. Lo anormal sería que, si hay un mal entendido entre jugadores, estos se callaran. Y sería lo triste. Lo normal es que se puedan molestar y entre ellos pueda haber algún reproche. No veo ningún problema. Yo, incluso, pediría que lo hicieran más a menudo y se dijeran más cosas", explicó Milla en clara defensa de la postura de Lanzarote (y del resto). Todo, a cuenta de un rifirrafe que Lanzarote y José Enrique protagonizaron al final del último partido ante el Elche por una diferencia de parecer en relación a la actitud de Lanza que su compañero le criticó.


"Lo importante es que, luego, eso no salga de ahí y haya armonía. Como la hay en este equipo. Por eso tengo tanta fe y creo que tenemos que estar peleando por estar entre los seis primeros", aprovechó Milla para redondear un pensamiento de marcado impulso anímico para todo el plantel en días tan exigentes.



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