Una plantilla en tela de juicio

La crisis no solo señala al entrenador, Milla. También muchos futbolistas están bajo la lupa, así como el área deportiva como responsable última del vestuario.

El once inicial que formó Milla para jugar este domingo ante el Elche en La Romareda.
El once inicial que formó Milla para jugar este domingo ante el Elche en La Romareda.
Oliver Duch

Narciso Juliá y su adjunto, Albert Valentín, acometieron el pasado verano una labor llena de dificultades, de enorme riesgo, repleta de trampas y abierta a cualquier respuesta posterior una vez consumada: revolucionaron el vestuario del Real Zaragoza como nunca, tras el vergonzoso 6-2 de Palamós ante el Llagostera y el fracaso histórico del año pasado.


Tras centenares de horas de trabajo durante 90 días, el área deportiva firmó 20 finiquitos: Hinestroza, Rubén, Dorca, Jaime, Campins, Guitián, Marc Bertrán, Diamanka, Abraham, Bono, Culio, Pedro, Vallejo, Manu Herrera, Alcolea, Ortí, Rico, Adán Pérez, Whalley y Sergio Gil.


Entre tanto, obró 14 fichajes: Zapater, Cani, Casado, Fran, Alex Barrera, Xumetra, Marcelo Silva, Irureta, Popa, Edu García, Juan Muñoz, Bagnack, José Enrique y el ascenso del filial Ratón.


Y, con los únicos siete futbolistas que decidieron que permanecieran en el plantel –Cabrera, Wilk, Ángel, Isaac, Javi Ros, Dongou y Lanzarote– montaron el nuevo equipo para el curso 2016-17.


Fue su apuesta. Su modo de ver las cosas. Su ideal para darle a Milla un equipo competitivo. Regatearon como pudieron las trabas que causan los límites salariales de la LFP. Fueron componiendo el puzle al trote, dejando por el camino ideas primeras, segundas y hasta terceras. Y nació el actual Zaragoza.


Tras dos meses de competición, el equipo no responde a las expectativas básicas. La plantilla está cuestionada fuera y dentro de la caseta. Como bloque, no ha salido buena. Hay demasiado salto entre seis, siete, a lo sumo, ocho futbolistas principales y el resto. Eso dice su rendimiento.


Enseguida se rompió gravemente Wilk. Un ‘senior’ que debía aportar cosas y ya no está. También falta Dongou desde antes de empezar. Después, las bajas por lesión de Cani y Xumetra y la eventual por sanción de Marcelo Silva, han servido para descubrir el enorme escalón de calidad que separa al grupo de presumibles titulares del segundo vagón del plantel.


Milla, en el manejo de los tiempos y del grupo, está dejando entrever un pulso soterrado con quienes diseñaron el equipo. No le gustan Popa, Bagnack, Edu García, Ratón... Además, sufre el bajo rendimiento de jugadores de los que Juliá esperaba mucho más cuando decidió ficharlos o conservarlos: Morán, Ros, Irureta, Barrera, Isaac, Casado, Fran, Xumetra... Los futbolistas, y no solo el entrenador, son pieza clave de análisis en los motivos que han llevado al Real Zaragoza a su actual crisis de identidad y solvencia.

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