Jean Marie Dongou se ha dejado ver brevemente con el resto de compañeros de la plantilla zaragocista en la mañana de este martes en el campo de la Ciudad Deportiva. Vestido de corto, como uno más, calzado con botas, el delantero camerunés ha salido del vestuario para acudir con sus colegas a la sesión de vídeo previa al entrenamiento de la jornada. El punta africano ya camina con normalidad una vez le fue retirada en las últimas fechas la aparatosa férula de inmovilización y control de la rodilla dañada (la derecha) con aquel tremendo esguince que sufrió en el amistoso de pretemporada en Vitoria, cuando ya concluía el partido frente al Alavés en el campo de Olaranbe.

Dongou cayó lesionado el 6 de agosto en tierras vascas. Hace, por lo tanto, 40 días exactos. La evolución del ligamento lateral interno de la articulación derecha marcha por buen camino, pero el proceso de rehabilitación de este tipo de dolencias graves (no se rompió los ligamentos de la rodilla pero se quedó a décimas de milímetro de la fractura) requieren un mínimo de dos meses de baja y recuperación calmada. En su momento, cuando una resonancia magnética nuclear desveló que su daño era un esguince severo de grado 3, los médicos estimaron que, en el mejor de los casos, Dongou no podría estar en disposición de jugar hasta, al menos, los últimos días de octubre.

Paso a paso, el delantero africano irá aumentando la carga de trabajo sobre su rodilla dañada mientras recupera el tono muscular del resto del cuerpo, una vez pasados los días más críticos de parón absoluto en su preparación física ordinaria. De momento, en este jueves 15 de septiembre, Dongou ya a dado el paso más llamativo: unirse al grupo para empezar a retomar el pulso del trabajo de campo de manera progresiva.