Levante-Real Zaragoza es uno de los emparejamientos que más se ha escrito, negro sobre blanco, en el último lustro en la prensa nacional. Y no ha sido para bien. Ni siquiera porque ambos clubes se hayan enfrentado a menudo, ya que, de hecho, hace tres años que no coinciden en la misma categoría. El encuentro del Ciutat de Valencia de este sábado vuelve a juntar a estas dos entidades que, desde el 21 de mayo de 2011, están en el punto de mira de la justicia española tras la denuncia de la Fiscalía que, auspiciada por la Liga de Fútbol Profesional, insta a los tribunales a investigar un presunto amaño para que el Zaragoza ganase aquel día en el campo del Levante y salvara así la categoría, evitando el descenso a Segunda División.

Eran los tiempos del agapitismo, con Agapito Iglesias como presidente y máximo accionista del Real Zaragoza más turbulento de la historia. Ganó el equipo zaragocista que entrenaba Javier Aguirre por 1-2 y eludió un descenso que llegaría dos años después irremediablemente. Marcó los dos tantos Gabi, hoy capitán del Atlético de Madrid. Es un partido que ha hecho desfilar a más de 40 imputados o investigados por los despachos de los Juzgados de Valencia. Que ha sacado a la luz documentos bancarios que dejan en el aire a varios protagonistas de aquel plantel zaragocista ante lo que pueda decidir finalmente la juez encargada del caso. Un asunto feo que sigue vivo, aunque evolucionando a cámara lenta. Un caso del pasado que, por los ritmos de la Justicia en España, va a afectar de una u otra forma en su resolución, cuando llegue el momento, al nuevo Real Zaragoza que intenta sobrevivir bajo una nueva regencia a los desastres de la gestión anterior.

Volver a este estadio del barrio de Orriols es para los zaragocistas rememorar aquel día alegre que, con el paso de los meses, pasó a ser un punto de negra sospecha para el fútbol en general y que abolla la historia del Real Zaragoza inevitablemente, ocurra lo que ocurra finalmente en los juzgados valencianos. Aquella noche, más de 13.000 zaragocistas viajaron a Valencia, en un éxodo de récord en la liga española. El estadio del Levante fue una pequeña Romareda, que celebró el triunfo final y la salvación de manera histórica.

Aún habría dos Levante-Real Zaragoza más en Primera, hasta que el equipo aragonés se despeñó a Segunda en 2013. Ambos acabaron 0-0. Son los precedentes más cercanos cronológicamente. Hoy, en Segunda, vuelve el soniquete del cartel de este partido. Algo que aún obligará a escribir muchas líneas cuando el 'affaire' de 2011 tenga un fallo judicial, circunstancia que todavía está flotando y larvada sine díe.