Cuatro estrenos y dos regresos, novedades seguras en el once inicial

Irureta, Casado, Xumetra y Popa o Marcelo Silva, debutarán oficialmente ante el UCAM. Zapater y Cani regresarán a casa muchos años después.

La plantilla del Real Zaragoza, durante el último ensayo llevado a cabo en La Romareda en la matinal del domingo, a 24 horas del estreno ante el UCAM Murcia.
La plantilla del Real Zaragoza, durante el último ensayo llevado a cabo en La Romareda en la matinal del domingo, a 24 horas del estreno ante el UCAM Murcia.
José Miguel Marco

Más de la mitad del once inicial del Real Zaragoza tendrá caras nuevas en su estreno del nuevo curso ante el UCAM Murcia. Si todo transcurre según lo programado, el equipo titular albergará a seis jugadores que no concluyeron la pasada temporada en la caseta blanquilla: los dos veteranos aragoneses que han retornado al club, Zapater y Cani, y cuatro de los fichajes de este verano, Irureta, Casado, Xumetra y bien Popa, o bien Marcelo Silva, que en esta primera cita liguera se juegan el puesto de central diestro al venir el uruguayo, titular en condiciones normales, de una lesión de casi un mes que lo tiene en situación de duda para el entrenador.


Los otros cuatro nuevos que han llegado al grupo de la mano de Narciso Juliá en los dos últimos meses -Ratón, Fran, Alex Barrera y Edu García- están, en principio, abocados al banquillo. Y, cualquier otra novedad que pueda haber (se esperan con seguridad un delantero centro y un lateral izquierdo que supla a Rico), habrá que esperar a conocerla en La Romareda, como mínimo, hasta la siguiente jornada en casa, la 3ª ante el Huesca, el 4 de septiembre. 


El otro punto de vista de la nueva cara del Real Zaragoza 2016-17 es observar que, del desastroso final del año pasado, con aquel 6-2 lamentable en Palamós frente al descendido Llagostera, con el que se enterraron imprevistamente las opciones de jugar la promoción de ascenso a Primera División (bastaba un simple empate para hacerlo), van a permanecer en el bloque básico del equipo cinco piezas: Isaac, Cabrera, Lanzarote, Ángel y Morán o Javi Ros, dos centrocampistas que parecen disputarse un puesto en la nueva línea medular de Milla. Esta es, por ahora, la morfología provisional del equipo zaragocista, pendiente del cierre del mercado de fichajes dentro de 10 días y del papel que vengan a desempeñar las nuevas incorporaciones además de evaluar en su momento, si llega, cualquier otra salida que pueda ocurrir entre los componentes del grupo en estos momentos (el futuro de Wilk y Cabrera aún no está definido con rotundidad).


Estos son los alicientes y singularidades que, de momento, plantea el nuevo proyecto el Real Zaragoza en su debut ante el UCAM Murcia. Es el arranque del cuarto año consecutivo en Segunda División, con el objetivo del ascenso siempre presente en la hoja de ruta pero que, a consecuencia del shock que provocó entre todo el zaragocismo lo ocurrido el año pasado, aparece menos subrayado y explícito en todos los discursos públicos y planteamientos hacia el exterior de lo que ha sido costumbre en el anterior trienio. El planteamiento interno es evitar inducir presión extra a un equipo muy renovado que puede requerir un tiempo prudencial de cohesión y rodaje. Eso, y la sensación generalizada de que el plan inicial tiene algún kilate menos de pedigrí respecto de las plantillas que el Real Zaragoza armó en veranos pasados. El libreto de este curso solicita a gritos paciencia, trabajo a destajo en el área técnica, aplicación al máximo de todos los futbolistas y, por último, unas gotas de fortuna, tanto en los resultados como en el apartado de las lesiones, que han sido una grave lacra en las últimas temporadas.

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