La contiunidad o el adiós definitivo de Manu Lanzarote es, probablemente, uno de los culebrones de este verano en el Real Zaragoza. Ni firma su renovación, asunto que comenzó a negociarse a mitad de junio (el jugador exigió hacerlo en mayo, aduciendo tener otras ofertas), ni acaba comprometiéndose con ningún otro equipo, ni ninguna parte da por rotas las relaciones.

Narciso Juliá, en Boltaña, ha dejado la puerta entreabierta para que Lanzarote aún pueda continuar en el Real Zaragoza. Hace diez días, el propio director deportivo del Real Zaragoza había desmontado prácticamente cualquier posibilidad de seguir para el extremo zurdo catalán, que fue el fichaje invernal más determinante por su rendimiento en la pasada temporada, justo cuando Juliá tomó el mando del área deportiva del club aragonés.

"La puerta cerrada, nunca está. Pero no depende solo de nosotros. Lanzarote, es cierto que en su momento le hicimos una oferta de renovación que por su parte fue rechazada. Las posturas no estaban cercanas. Ahora, lo único que me consta es que no ha fichado por ningún equipo. Y, si esto es así, no sé si él mantendrá la puerta del Real Zaragoza abierta o no. No sé si en algún momento Lanzarote puede replantearse y reestudiar nuestra oferta", razona Juliá.

El ejecutivo gerundense ha ponderado en positivo las virtudes de Lanzarote en un guiño que muestra una querencia inequívoca hacia el perfil futbolístico del extremo. "Deportivamente, a Lanzarote no lo voy a descubrir ahora. Hubiera sido muy importante que estuviera con nosotros en el equipo. El año pasado fue una buena incorporación en el mercado de invierno. Es un jugador diferente. Por calidad, podría estar aquí y nos hubiera aportado mucho. Pero la realidad es que nos quedamos en un punto determinado donde las condiciones nuestras y las de él eran diferentes", subraya el director deportivo del Real Zaragoza. Un discurso en el que se destilan insinuaciones claras a poder retomar las conversaciones si se reconsideran los planteamientos que derivaron hace semana y media en el alejamiento que sigue vigente.

Juliá sigue buscando en el mercado un hombre de banda, preferentemente de golpeo zurdo. Como Lanzarote, en contra de lo previsto hace más de un mes, a estas alturas de julio aún sigue libre, da la sensación de que no es una opción que se dé por descartada al cien por cien dentro de las oficinas de La Romareda.