Pablo Alcolea, uno de los cuatro porteros que trabaja en el arranque de esta pretemporada a las órdenes de Luis Milla, puede tener un paso fugaz por la concentración de Boltaña que comenzó en la tarde de este lunes. El guardameta zaragozano, inédito en la última temporada y con una participación testimonial en los últimos años con el primer equipo blanquillo, está próximo a aceptar una cesión a un equipo de Segunda B toda vez que sus opciones de jugar en el Real Zaragoza este año son prácticamente nulas pese a tener dos años más de contrato.

El Toledo, club en el que el director deportivo es el oscense y excanterano zaragocista Joaquín Sorribas, es el mejor colocado en las últimas horas para recibir a Alcolea en su plantilla de cara a la temporada próxima. No es el único interesado. En las últimas horas, equipos como el Badalona, que también busca un portero de garantías, se ha interesado por entrar en la operación. Tras las conversaciones con el entorno del portero zaragozano en la noche de este lunes, la sensación que existe en la dirección deportiva es que, esta vez sí, la salida de Alcolea en busca de minutos a otro club está a punto de consumarse.

El verano pasado, Pablo Alcolea ya fue instado por la directiva del Real Zaragoza a salir de este modo a préstamo a otro club de la categoría de bronce. El Racing de Santander, recién descendido de Segunda, lo esperó varias semanas, pero al arquero no le sedujo la idea de abandonar la primera plantilla zaragocista. Con anterioridad, también rechazó la opción de ir cedido al Guijuelo, club puntero de Segunda B entonces. Ahora, a la tercera, sí que parece que va a llevarse a efecto una cesión que, dado el monto del contrato que tiene firmado Alcolea con el Zaragoza (alrededor de 150.000 euros anuales de ficha), deberá pagar el club aragonés en un buen porcentaje para que se haga efectiva.