baloncesto

El Casademont Zaragoza, un equipo sin amenaza

El Casademont sigue lastrado por su falta de puntería: ante el Bilbao completó su peor actuación ofensiva de la temporada, lo que se tradujo en una nueva derrota. 

Dino Radoncic intenta anotar en el partido del pasado sábado, ante el Bilbao Basket, en el pabellón Príncipe Felipe.
Dino Radoncic intenta anotar en el partido del pasado sábado, ante el Bilbao Basket, en el pabellón Príncipe Felipe.
José Miguel Marco

En su actuación más reciente, el Casademont volvió a exhibir un desatino inusual en sus lanzamientos. Un problema que viene arrastrando desde el inicio del curso y que, de nuevo, resultó determinante para el resultado final: el cuadro aragonés claudicó ante el Bilbao Basket (67-74), en el pabellón Príncipe Felipe, lo que se tradujo en su séptima derrota de la temporada, y sigue en zona de máximo riesgo. De momento presenta el mismo balance que el Manresa, penúltimo clasificado, con dos únicos triunfos en los nueve encuentros disputados.

Desde la incorporación al banquillo de Porfirio Fisac, el Casademont había recuperado su capacidad competitiva y, por fin, parecía haberse despojado de la ansiedad, la desconfianza y las inseguridades que venían mermado su rendimiento. Sin embargo, su juego presentó una involución sorprendente el pasado sábado, contra el Bilbao, que acentúa aún más el debate sobre la verdadera solvencia de la plantilla y sobre sus opciones reales de salvación.

En este sentido, los datos fueron muy significativos ante el conjunto vasco: el equipo zaragozano alcanzó el intermedio con 22 puntos en su haber; finalizó la contienda con 67 tantos; y solamente facturó 21 canastas de 68 intentos, la cifra más baja del presente ejercicio. En los tiros de 2, el Casademont convirtió 16 de sus 45 intentos, lo que supone un 35% de efectividad; y en triples, después de errar sus 10 primeros lanzamientos, su eficiencia fue del 21,7% a los 40 minutos de juego (5 de 23).

En la actualidad, el conjunto aragonés es un equipo plano, sin amenaza ofensiva. Promedia 77,7 puntos por partido, lo que supone un importante lastre en su recorrido hacia el triunfo. Únicamente el Girona (73,6), el Real Betis (74,2) y el Breogán (76,3) han anotado menos puntos que los zaragozanos en las nueve primeras jornadas de la competición. Entre otros apartados estadísticos inquietantes, el Casademont es el peor conjunto desde la línea de personal, con sólo un 67,9% de acierto –ha convertido 142 de sus 209 tiros libres–.

Además, el Casademont ha sumado 67 triples desde el inicio de la temporada, lo que le sitúa en el antepenúltimo lugar en este aspecto, por delante solamente del Fuenlabrada (60) y el Girona (65).

En el capítulo individual, Justinian Jessup es el máximo anotador de la plantilla, con 13,1 puntos por partido. Su aportación resultó capital en los dos únicos triunfos que atesora el Casademont, ante el Real Madrid (95-89) y el Betis (67-83). Frente a los blancos, el alero fue designado MVP de la séptima jornada, después de haber alcanzado los 31 créditos de valoración. Entonces anotó 28 puntos, capturó 6 rebotes, repartió 3 asistencias y recuperó 2 balones en media hora de juego. Y una semana más tarde, el estadounidense fue decisivo en Sevilla, liderando la victoria aragonesa con 20 tantos, 2 capturas y 2 pases de canasta, y con una efectividad del 56% desde el perímetro (acertó en 5 de sus 9 lanzamientos triples).

Sin embargo, Jessup fue neutralizado el pasado sábado, en su compromiso más reciente, y el Casademont no encontró respuestas en sus acciones de ataque por mucho que Ponitka (11 tantos) y Simanic (10) dieran un paso adelante en su rendimiento. Jessup facturó 6 puntos en 28 minutos, con 1 de 9 en los tiros de campo. En la faceta anotadora, por detrás del alero se sitúan Santi Yusta (11,1 puntos por partido), Christian Mekowulu (10,8) y Howard Sant-Ross (9,7). El resto necesita elevar notablemente su productividad.

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