La vida en 40 minutos

El Tecnyconta despide la temporada con la necesidad de ganar al Estudiantes para certificar la permanencia. Si pierde, dependerá de lo que haga el Betis en la pista de Unicaja.

El entrenador del Tecnyconta, Luis Guil, abandona la sala de prensa del pabellón Príncipe Felipe.
La vida en 40 minutos
Oliver Duch

Ser o no ser. Todo a una carta. De esta forma tan peligrosa e incierta despide esta tarde la temporada el Tecnyconta Zaragoza. Los aragoneses disponen de un último y decisivo ‘match ball’ para alcanzar la permanencia. Un objetivo al que ha podido aproximarse, incluso rubricar, en las últimas jornadas. Pero bien por la manifiesta superioridad del rival, o por la desafortunada toma de decisiones, el equipo de Luis Guil ha encadenado una racha de tres triunfos en los últimos 15 partidos que se lo ha impedido. Una nociva estadística que ha condenado a los zaragozanos a jugarse su futuro con la temporada a punto de bajar el telón.

Enfrente estará un Estudiantes que, a diferencia de su rival, llega al último cara a cara con los deberes hechos de manera notable. Una vez sellada la salvación hace varios fines de semana y sin ninguna opción matemática de alcanzar la zona de ‘play off’ por el título, la plantilla estudiantil aterriza en la capital aragonesa sin la calculadora en la maleta. Instalado en una cómoda y apacible undécima posición, el equipo de Salva Maldonado no aspira a ningún gran objetivo clasificatorio, más allá de sumar el que sería su cuarto triunfo a domicilio de la temporada.

Pero esa escasa presión competitiva puede significar un arma de doble filo para el Tecnyconta, que ya sabe lo que es doblar la rodilla ante un rival sin ninguna aspiración clasificatoria. El Manresa, colista y ya descendido, es el ejemplo más reciente y clarificador. Por eso el técnico no se fía del último escollo en este arduo y difícil camino. "Tienen jugadores de mucho talento y tampoco se jugaba nada Manresa. Estamos jugando la mejor liga del mundo, después de la NBA, y seguro que ellos quieren quedar los más arriba posible", indicó Luis Guil.

La ayuda de todos

Y para no depender de nadie más las cuentas son sencillas. El Tecnyconta se salva si gana. Eso, siempre que en Málaga el Betis no protagonice el que sería, sin duda, el milagro más increíble del baloncesto europeo moderno. Si ambos conjuntos vencen, el conjunto aragonés superaría a los andaluces por su mejor ‘basketaverage’ general, ya que el particular en los enfrentamientos directos entre ambos está empatado. Antes de que el balón vuele al cielo esta tarde, el equipo zaragozano cuenta con una considerable mejor diferencia de puntos anotados y recibidos que la de su rival (+71). Es decir, si el Betis no quiere depender de lo que haga el Tecnyconta deberá superar a Unicaja, como mínimo, por esa diferencia. Lo que, de producirse, significaría un hecho absolutamente inaudito en este deporte.

Por eso, consciente de que se trata de un imposible, el técnico del Betis, Alejandro Martínez, ya advirtió que sus jugadores tienen la "obligación" de vencer y "luego ya se verá si empuja más la Virgen del Pilar o la Macarena". Pero la patrona de la capital aragonesa, acostumbrada ya a obrar milagros, no será la única que ayude al Tecnyconta a conseguir la permanencia. El cuadro zaragozano contará también con el apoyo de un Príncipe Felipe que registrará la mejor entrada del curso. El club ha vendido más de 1.500 entradas y hoy, dos horas antes del inicio del choque, se pondrán a la venta las restantes en las taquillas del pabellón. De esta forma, se espera que la afición vuelva a ser el mejor jugador en uno de los partidos más importantes de la historia de la entidad. Desde luego, la ocasión lo merece. En juego está la salvación más inmediata del Basket Zaragoza, y quién sabe si algo más. O lo que es lo mismo, la vida en 40 minutos.

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