La noticia de la enfermedad de José Luis Abós, que le mantendrá apartado de las canchas durante un tiempo, no soló supuso un golpe moral para el club y la afición, sino que dejaba medio cojo el proyecto del CAI Zaragoza, edificado alrededor de las figuras de Willy Villar, director deportivo, y el propio entrenador. Sin embargo, la solución al problema estaba en casa, junto al hueco que dejaba Abós. 

Su mano derecha durante los últimos años, Joaquín Ruiz Lorente, también responsable de los éxitos del CAI durante este tiempo, aparecía como la opción más lógica para recoger el relevo de un proyecto en el que ha participado de forma muy activa. "El legado que nos deja el trabajo de José Luis en estos cinco años es que este club necesita un entrenador capacitado, normal, natural, que deje a un lado los egos y que sepa que lo importante es el proyecto", aseguraba Villar durante la presentación de Ruiz Lorente.

Y la respuesta estaba clara. "Cuando miras todas esas características, te das cuenta que lo tienes en casa. Joaquín es el entrenador idóneo", ha puntualizado el director deportivo.