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"Estadísticamente es imposible que solo haya un futbolista gay"

David Lechón, de la asociación deportiva Cierzo LGTB, aplaude el paso “valiente” de Jakub Jankto de declararse homosexual porque “los chavales se fijan en sus ídolos”.

Uno de los equipos del Cierzo LGTB, que lucha por la integración de este colectivo en el deporte.
Uno de los equipos del Cierzo LGTB, que lucha por la integración de este colectivo en el deporte.
Heraldo

Junto con otros compañeros, David Lechón lleva 17 años luchando por la integración del colectivo homosexual en el mundo del deporte. Es el vocal de la asociación deportiva Cierzo LGTB, un club en cuyos estatutos lleva el trabajo por la “erradicación de cualquier discriminación por orientación sexual o de identidad de género en el deporte”.

Tienen siete equipos de baloncesto, voleibol y fútbol sala, por lo que son una voz autorizada para valorar la necesidad de visibilizar la presencia de este colectivo en el mundo del deporte. En este contexto, el hecho de que un futbolista internacional como Jakub Jankto se haya declarado abiertamente gay, tiene para este colectivo “una importancia vital”. “Que grandes deportistas decidan dar este paso es fundamental porque al final los chavales se fijan en sus ídolos. En el caso de los niños que descubren su sexualidad es importante tener un referente en su deportes”, apunta Lechón.

Jankto es jugador del Getafe, aunque juega cedido en el Sparta de Praga. Este lunes rompió el tabú que tradicionalmente este tema y se declaró homosexual, cansado de esconder su condición sexual. “Es un paso muy valiente, pocos lo dan”, apunta Lechón. Y más en el mundo del fútbol. “Estadísticamente es imposible que solo haya un futbolista gay en la liga… Los que hay no se atreven a dar el paso porque es un deporte muy agresivo desde las gradas. El miedo limita este tipo de acciones”, apunta el miembro de Cierzo LGTB.

En el caso de las mujeres, parece que resulta más sencillo declarar su homosexualidad. “Incluso parece que está bien visto”, dice Lechón. “Pero con los hombres pasa lo contrario”, añade. Esta actitud se traslada a otros deportes, porque “el fútbol es un poco espejo de todos ellos”.

A juicio de Lechón, el paso dado por Jankto es importante “para abrir camino”, para que sea “un ejemplo” para otros deportistas y para los propios espectadores de este deporte. Según su parecer, el fútbol “tiene un gran trabajo por delante” para “controlar y penalizar las gradas que sean homófobas”. “Es difícil que estos mensajes calen en determinados sectores si el deporte que tiene más visibilidad no lo hace”, afirma.

David Lechón.
David Lechón.
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Desde su asociación trabajan para integrar al colectivo dentro del mundo del deporte. El Cierzo se define como un club “inclusivo” y persigue “la integración” en el mundo del deporte de gays, lesbianas, bisexuales, transexuales y simpatizantes de la causa LGTB en general. Estas orientaciones sexuales no son un requisito, ya que de hecho muchos de sus jugadores son heterosexuales. Es, simplemente, un lugar en el que el colectivo homosexual o no pueda “sentirse a gusto”.

Algunos de sus equipos compiten en categorías federadas, algunas de ellas incluso de nivel nacional. Hasta ahora, en la experiencia que han tenido por los campos y canchas de dentro y fuera de Aragón, no se han encontrado con ninguna experiencia violenta, pero sí con comentarios desagradables. “Para determinada juventud parece que es una gracia insultarnos. Igual no lo hacen de manera directa, pero sí en comentarios supuestamente graciosos que tú los oyes”, apunta.

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