Esther Briz Zamorano, remera: "El trabajo bien hecho te abre puertas inimaginables"

La remera internacional (Zaragoza, 2000) ha forjado en una década un palmarés extraordinario. De Helios a Stanford, ya mira a los Juegos de París 2024.

La remera zaragozana Esther Briz, en su hogar del CN Helios
La remera zaragozana Esther Briz, en su hogar del CN Helios
Oliver Duch

¿Le gusta la etiqueta de gran promesa del remo español y del deporte aragonés?

Enorgullece. Cuando enfocas tu vida hacia un deporte no reparas en las cotas que puedes alcanzar. De repente, llega un día y te sorprendes de los títulos y premios que has sumado. Y cuanto paras, te preguntas: ¿todas estas cosas, de dónde han salido? Cuando reflexionas ves que hay un trabajo constante y te das cuenta de todo lo que estás haciendo.

También es fruto de valores que ha ido aprendiendo desde pequeña

La ética del trabajo que me ha inculcado mi familia me ha fortalecido como deportista, y me ha ayudado en mi desarrollo como persona.

Usted cambió la natación por el remo. Visto el resultado, no se arrepiente.

En absoluto, es otra pequeña decisión que tomé, por probar, sin saber las consecuencias, y ahora reconozco que es una de las mejores. Lo que me ha dado el remo no se puede expresar con palabras. Empecé por mi hermano Pablo, pero ha habido mucha gente que ha aportado: en el equipo del CN Helios había muy buen ambiente cuando iba a entrenar; ahora voy al hangar y al gimnasio, y veo a los pequeños y pienso en lo bien que me lo pasaba. Mi entrenador Sito (Alfonso Muniesa), mi familia, mis amigos…

En 2017 copó los titulares al convertirse en Trakai (Lituania) en el primer oro femenino en la historia del remo español en un Mundial júnior. Ninguna mujer había llegado a esta cota deportiva.

Siempre diré que esa regata será una de las mejores de mi vida. Fue un momento que me cambió la vida. Me costó creérmelo, pero más adelante empecé a darle valor a ese oro: con la cantidad de gente que hay luchando por esa medalla, que hay rivales que corren mucho. Es increíble que salgan las cosas cuando tienen que ocurrir, porque no siempre es así.

"La ética del trabajo que me ha inculcado mi familia me ha fortalecido como deportista, y me ha ayudado en mi desarrollo como persona"

Y los dos últimos títulos mundiales los logró hace ya dos meses en una disciplina poco habitual, remo de mar. ¿Cómo fue la experiencia?

Muy positiva. No es la modalidad que yo practico en (la embarcación) skiff, sino en alta mar y en doble scull, con mi compañero Ander Martín (Club Remo Torrevieja), que fue el que me animó a competir al cancelarse el Mundial absoluto por la covid. Me dije: adaptarse o morir. Ganamos el Campeonato de España, que daba los billetes para el Mundial de mar y fuimos a Portugal (Oeiras). Él tenía mucha confianza y salió redondo: oro en sprint y en la prueba de larga distancia.

Con 21 años ya exhibe tres títulos mundiales, además de una corona europea, oros en Campeonatos de España de remo y remoergómetro, reconocimientos… ¿Abruma?

Sí, y todo en una década, desde que disputé mi primera regata con once años. Madre mía (risas).

De estos diez años, ¿qué imágenes rescata?

Me quedo con los momentos más mundanos que he vivido, como esos entrenamientos a las seis de la mañana cuando estaba en tercero de la ESO y me lo pasaba tan bien: empezaba el día de otra manera. Esas rutinas que nunca se olvidan, las conexiones con la gente. Lo bonito del remo, como en todos los deportes me imagino, es disfrutar con lo que haces. Esto no quita que sea duro, pero hay una satisfacción personal de que el trabajo bien hecho da sus frutos y, al final, te abre unas puertas que no te habrías imaginado en la vida…

"Una vez que me gradúe en junio, mi intención es ir con el equipo nacional a intentar lograr la clasificación para los Juegos Olímpicos de París 2024"

Como las de la Universidad de Stanford, en California, con una beca completa para compaginar los estudios (Ciencias de la Gestión e Ingeniería) y el remo al más alto nivel.

Es un privilegio poder estar en esta universidad, una oportunidad increíble que me alegro haber conseguido. Pero todo ha sido gracias al trabajo. He experimentado estar en un país nuevo, con un idioma diferente, con una cultura y una forma de vida distintas… Siempre hay que tener una actitud positiva en la vida, tener las cosas claras, saber lo que quieres hacer. Estoy ya en quinto curso. Ha pasado todo tan rápido.

Y en el horizonte, ¿los Juegos?

Una vez que me gradúe en junio, mi intención es ir con el equipo nacional a intentar lograr la clasificación para los Juegos Olímpicos de París 2024. Es el reto de todo deportista y me gustaría vivirlos en primera persona.

Tiene mucho mérito triunfar en una ciudad de interior, y sin una lámina de agua fija para poder entrenar en el río Ebro.

Sí, pero es lo que hay: en ocasiones el caudal está alto, en otras bajo, no puedes remar y te obliga a hacer otro tipo de preparación. El Ebro es el Ebro, pero su naturaleza lo hace tan atractivo.

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