Yaiza Miñana (Zaragoza, 01-05-1999) es un híbrido de atleta y montañera. En su deporte compagina ambas variantes. Ahora se encuentra en plena pretemporada, pero en su apretado calendario deportivo y estudiantil desgrana su actividad, rutina y sensaciones. En sus últimas apariciones cosechó el séptimo puesto en el Campeonato del Mundo de kilómetro vertical, una octava posición en el Mundial de Skyrunning y se colgó la medalla de bronce en el Campeonato de España en línea. No obstante, su currículum destaca por ser la más rápida en la Copa de España y en el Campeonato de Aragón de kilómetro vertical júnior. Una deportista todoterreno, nunca mejor dicho.

¿Lo de Yaiza y la montaña fue un flechazo?

Tal cual. No fue directo porque cuando era pequeña no me gustaba el monte y sufría, pero una vez me puse en forma le cogí el gusto y ya no la suelto.

Se lo preguntaba porque más deportes en ese entorno no se pueden practicar...

Empecé haciendo senderismo, montañismo y ya con 13 años me inicié en la alta montaña, a hacer esquí de travesía, alpinismo, barranquismo y hasta espeleología…

¿Una vida en el Pirineo?

Siempre que puedo y me llevan voy. Estoy como loca, me encanta, estoy todo el día pensando en eso. Cuando me saque el carnet de conducir ya no tendré que depender de nadie y me iré sola si hace falta.

¿De dónde viene esta afición, esta manera de vivir?

De pequeña casi todos los fines de semana iba al Pirineo. Mis padres me sacaban a andar y a relacionarme con el monte. Al principio no me gustaba, era duro despertarse tan pronto y no le encontraba atractivo. Conforme fui creciendo, hubo algo ahí que me enganchó...

¿Qué tienen de especial las sierras para usted?

La libertad, las vistas, la naturaleza, es algo difícil de explicar.

Y este amor le llevó a la cumbre en tiempo récord. Lo suyo son las carreras.

Empecé a correr hace tres años y llevo compitiendo dos. Ahí fue cuando di el salto a nivel nacional y gané prácticamente todo. No sé cómo pero salió bien.

En 2017 arrasó en Aragón y en España en kilómetro vertical júnior. En el Mundial también completó un buen papel. ¿Cómo lo valora?

Ahora que he ganado menos cosas y que me está costando un poco más porque he estado lesionada, lo valoras más. Las victorias del año pasado tampoco se me subieron a la cabeza.

¿Cómo explicaría su camino al éxito?

Es un proceso de introspección, creo que para ganar cosas y despuntar hay que conocerse a una misma. Cuando llegué al primer año de competición no conocía todavía a mi cuerpo y mi evolución es fruto del conocimiento.

Descríbame su deporte y sus dificultades.

Es como andar, pero rápido, y más fácil que correr por asfalto, sobre todo a nivel mental. Lo más complicado de correr por montaña son las zonas técnicas (con agarres, con trepadas, monte...), pero yo es por donde mejor me muevo. Además, me gusta subir, algo que a la gente le suele costar más.

¿Quién le pisa los talones?

No mucha gente porque también soy muy cabezona y aunque me tenga que desmayar no me puede ganar nadie.

¿Se ha desmayado alguna vez?

En el Campeonato de España me desmayé al llegar a meta, se montó gorda. Me jugaba el ser seleccionada para el Campeonato del Mundo. Fui al límite, quedé tercera y lo conseguí.

¿Cuál es su régimen de entrenamientos?

Gracias a mi entrenador, Olmo Allué, llevo unos entrenamientos acorde a lo que hago. Suelo hacerlo todos los días, no me gusta descansar. Soy como la niña de la curva, pero en la cuesta de la Cadena en Juslibol.

Tengo la sensación de que la categoría júnior se le queda ya un poco corta.

Es verdad, pero este año termino. Yo soy más diésel que gasolina, me encuentro mejor en larga distancia. Soy la excepción.

En este deporte de poca cobertura mediática, ¿hay referentes?

Por supuesto, el mío es Luis Alberto Hernando, campeón del mundo. Pero un referente a seguir me lo pondría en un listón más bajo. Por ejemplo, la chica del País Vasco que me gana últimamente es más referente todavía. Prefiero ponerme objetivos más cercanos.

Pregunta canónica: ¿Cómo compagina todo: estudios, deporte, vida social...?

Echando muchas horas, acabo los días reventada... Y en cuanto a mis amigos, ellos me entienden, tengo mucha suerte. Aunque esté un mes sin verles, nada cambia.

Es la Messi del Pirineo. ¿Se le conoce por allí?

Hay veces que me sorprendo y gente en las cumbres me reconoce. Aunque no me hace falta, sí es verdad que todo es más ameno.

Para terminar, estudia derecho. Entiendo que pretende estar ligada al mundo de la ley en el futuro.

Sí, pero vestida de Guardia Civil.