Soldados de La Romareda

El Real Zaragoza busca afianzarse como buen local contra el Alcorcón. Una victoria le mantendría arriba en la tabla. Cabrera está disponible.

Charla previa al entrenamiento de ayer del Zaragoza en La Romareda.
Charla previa al entrenamiento de ayer del Zaragoza en La Romareda.
Guillermo Mestre

Si algo ha lastrado al errante Zaragoza condenado en Segunda, ha sido su desapego a La Romareda. Como local, nunca en los años previos alcanzó la solvencia mínima que debe exigirse a un candidato firme al ascenso ni la prestancia propia de un club de su sello histórico. Esta variable, una de tantas que configuran la fórmula de la Primera División, debe mudar. De momento, el equipo de Milla está en esa línea, sembrando este arranque de temporada de victorias ante su afición, dos triunfos, contra UCAM Murcia y Huesca, que le permiten agarrarse aún a la cabeza y estar hoy en disposición de asaltar el liderato. Esta dinámica le descubre al Zaragoza uno de esos insospechados giros de guión que escriben una Segunda División de rendimientos irregulares y escasas jerarquías: con cierta fortaleza de local y una pizca de compostura visitante el ascenso enciende sus luces.


El Alcorcón representa la siguiente etapa en este propósito íntimo de afianzarse en La Romareda, de levantar entre sus tribunas el andamiaje del éxito. El Zaragoza afronta la película de hoy con el peso de los actores secundarios. Milla podrá alinear finalmente a Cabrera, listo para cerrar las grietas defensivas abiertas contra el Levante, pero deberá recurrir al fondo de armario para vestir, fundamentalmente, el cerebro del equipo: sin Erik Morán ni Cani, ambos lesionados, el entrenador alineará en esa zona de los interiores y la mediapunta a Javi Ros y Álex Barrera. Por el flanco derecho de la defensa, asoma otra potencial novedad. El fútbol alicaído de Isaac puede encontrar solución en Fran Rodríguez. Por los demás rincones del equipo, no se observan mayores cambios. Tampoco en la portería: Irureta y su comportamiento sobreexcitado de sus primeros partidos no angustian aún a Milla. El técnico, por si había dudas en algún barrio, redobló ayer la confianza en el menudo guardameta vasco. El partido servirá para calibrar las garantías de la segunda unidad del Zaragoza y la variedad y profundidad de la plantilla.


La visita corre a cargo del Alcorcón, entrenado por Cosmin Contra, lateral rumano en tiempos dorados del Alavés. Su equipo esconde más amenaza de la que dictan sus números aunque pierde para hoy a su hombre más talentoso: Óscar Plano. Su única derrota del año fue en casa del líder Levante (aquí se da la mano con el Zaragoza) y suma cinco puntos... con solo dos goles marcados. Esto ya revela su conducta: un buen armazón táctico, compromiso y el certero puñal de David Rodríguez.

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