En el curso escolar que acaba de terminar ha habido cerca de 5.000 niños becados en los comedores escolares de Aragón. Más de 18.000 solicitaron beca de comedor el año pasado (aún se desconoce el número de solititudes presentadas para el próximo curso). Y solo 353 niños han pedido plaza para los siete comedores escolares que se van a abrir en julio y agosto en las tres capitales: 312 en Zaragoza, 28 en Huesca y 13 Teruel.

A falta de saber cuántas familias solicitan la ayuda directa de 180 euros en el medio rural, el plan del Gobierno de Aragón ha quedado muy lejos de las expectativas. En la presentación, hace una semana, los responsables del Instituto Aragonés de Servicios Sociales (IASS), el Departamento de Educación y los ayuntamientos de las tres capitales, estimaron que el plan podría beneficiar a más de 3.000 niños becados durante el curso. Incluso aseguraron que se podría ampliar la partida de 720.000 euros del Ministerio de Sanidad y Servicios Sociales para llegar hasta los 5.000 niños con beca.

El Gobierno de Aragón sigue defendiendo su plan. "Estamos orgullosos del trabajo y de la organización. Ha habido poco tiempo para presentar las solicitudes pero ha sido suficiente. Todas familias han tenido la información", ha asegurado la directora del IASS, Cristina Gavín, en declaraciones a Radio Zaragoza.

Para la Federación de Asociaciones de Padres de Alumnos de Aragón (FAPAR), que ya criticó duramente el plan tras su presentación, se trata de un "fracaso absoluto". "Claro que hay familias con necesidades que lo están pasando muy mal, como recordaba UNICEF con su estudio sobre pobreza infantil. Pero se ha hecho una gestión desastrosa. Ha habido falta de información y de planificación. Se ha improvisado un plan sólo para cubrir el expediente", denuncian desde FAPAR.

Tanto FAPAR como algunos directores de colegios y otros colectivos han criticado el modelo y el procedimiento. Las familias sólo han tenido tres días para presentar las solicitudes. Y las ayudas sólo iban destinadas a niños de Infantil y Primaria que hubieran recibido beca durante el curso. Muchas de estas familias no pueden asumir el gasto de desplazarse a un colegio alejado de su casa para ir al comedor. En principio, el Gobierno de Aragón va a mantener la apertura de los cinco comedores (en los colegios José Antonio Labordeta, Tenerías, Joaquín Costa, Monsalud y Las Fuentes), aunque depende de las solicitudes, según ha señalado Gavín.

¿Qué pasará con el dinero que sobra?

Esta plan de apertura de comedores escolares en verano se ha puesto en marcha con una partida finalista de 720.000 euros del Ministerio de Sanidad y Servicios Sociales. Con el bajo número de soliticitudes que ha habido en las tres capitales (donde se concentran la mayor parte de los alumnos becados que tenían derecho a pedir esta ayuda), pueden sobrar más de 600.000 euros. Si cada ayuda por niño se contabiliza en 90 euros al mes, el coste del programa para 353 niños durante dos meses es de 63.450 euros.

El Gobierno de Aragón afirma que destinará el dinero sobrante a otros programas de lucha contra la pobreza infantil. FAPAR propone que se reconsideren las condiciones y se permita a todos los niños con necesidades acudir a los comedores escolares y participar en actividades educativas como los programas Abierto por vacaciones o Zaragalla. FAPAR recuerda que el Gobierno de Aragón dejó de gastar casi un millón de euros que sobraron de las convocatorias de becas de comedor (322.000 euros) y libros (600.000) de este curso.