Zaragoza

"Las aceras de Miguel Servet dejan mucho que desear"

Los vecinos de los últimos portales de viviendas de esta vía piden la rehabilitación de la zona, a la espera de los trabajos de mejora.

Acera de la calle Miguel Servet
"El estado de las aceras de Miguel Servet deja mucho que desear"
T. M.

Árboles en medio de las aceras que dificultan el tránsito de peatones e incluso un ejemplar podado "que ya ha supuesto más de una caída", aseguran algunos vecinos de la zona, son solo algunas de las estampas que ayudan muy poco a "conseguir una buena imagen de las ciudad a quienes entran por la carretera de Castellón", comenta Ángel Prieto, que reside junto a la Facultad de Veterinaria. 


"Llevamos tres años esperando que hagan una obra en condiciones para mejorar el último tramo de esta calle. Es cierto que ahora no es un buen momento, pero tampoco es normal que estemos en el olvido más absoluto", dice el zaragozano.


"El asfalto lo parchean de vez en cuando, y menos mal, porque aquí hay mucho tráfico por la cercanía con el Tercer Cinturón y la carretera de Castellón. El problema es que el estado de las aceras deja mucho que desear. En según qué zonas los baldosines están sueltos, hay agujeros por todas partes y, a la altura de la última parada del autobús, hay un boquete con un tronco podado que no costaría mucho que taparan", comenta María Luisa Domínguez, vecina de la plaza de Utrillas.


"Tienes que andar con mucho cuidado para no tropezar con lo que sea. Si vas con un carro de la compra, hay que ir sorteando los árboles que, en algunos casos, ocupan más de media acera o subir y bajar los bordillos que tampoco están rebajados", cuenta Concha Gállego, que reside en la zona. "Por aquí somos muchos quienes pasamos la barrera de los sesenta años y unas aceras bien hechas nos facilitarían las cosas", comenta Gállego.


A quienes también les harían "un favor" es a los estudiantes de la Facultad de Veterinaria, sita al final de la calle. "Hay carril bici hasta mitad de la vía, luego tienes que morir al palo de ir por el asfalto, lleno de agujeros, o por las aceras, con subidas y bajadas inesperadas y con tramos que se estrechan y ensanchan en pocos metros. Es preferible ir por Cesáreo Alierta, aunque haya más tráfico y des más vuelta", dice Elena Fernández, estudiante de Veterinaria.


Por su parte, desde el Ayuntamiento insisten en que "actualmente, la Ley de Estabilidad Presupuestaria impide al Ayuntamiento realizar actuaciones que supongan una nueva inversión".