Un pregón de altura desde la plaza del Pilar: "Es un regalo, una emoción difícil de explicar"

Las jugadoras del Casademont abren nueve días de fiesta cantando a la diversidad y al orgullo de ser de Zaragoza

Pregón de las Fiestas del Pilar 2023
Pregón de las Fiestas del Pilar 2023
Oliver Duch

Más de 50.000 gargantas vibraron este sábado con las jugadoras del Casademont Zaragoza en un pregón de altura y con mucha rasmia. Con la plaza a rebosar y al grito de "¡que comiencen las fiestas del Pilar!", la ciudad dio inicio a nueve días cargados de actos que apuntan a récord.

La primera en tomar la palabra fue la capitana, Vega Gimeno, que dio las gracias por el "privilegio" de ser pregoneras, "un regalo" que el equipo aceptó con una ilusión y emoción "muy difíciles de expresar".

El espíritu que les llevó a la victoria aquel 2 de abril en el pabellón Príncipe Felipe se multiplicó anoche con un público entregado que, además del ‘Canto a la libertad’, incorporó al repertorio el ‘S’ha feito de nuey’, cuya letra pudo seguirse, en versión karaoke, desde las pantallas instaladas en el escenario de la fuente de Goya.

Al grito de "¡Campeonas!", las jugadoras y el entrenador del Casademont, Carlos Cantero, prometieron regresar al balcón del Ayuntamiento. "No sé con qué título, pero volveremos a vernos por aquí", prometió la capitana. También pidieron "respeto" y confiaron en que, cuando termine la traca final, todos los zaragozanos puedan firmar autógrafos "como campeones de la convivencia". "Vamos a poner un tapón a las agresiones sexuales y de todo tipo, no sobre la bocina, sino desde el inicio de este partido", dijo Helena Oma, arrancando el ensordecedor aplauso de la plaza del Pilar.

Pese a no haber nacido en Zaragoza, aseguró sentirse como una más gracias al "apoyo, empuje, cobijo y hospitalidad" de la gente. "Venimos aquí como jugadoras de baloncesto y, gracias a vosotros, nos hemos convertido también en vuestras vecinas, vuestras amigas y compañeras", dijo.

También Cantero reconoció que el Casademont le ha cambiado la vida. "Cuando me llamaron aquel verano de 2021 pensé muchas cosas, pero nunca pasó por mi cabeza una imagen como esta. Estar en este balcón es un momento indescriptible que jamás olvidaré", aseguró junto a Mariona Ortiz, que citó a Agustina de Aragón y a Benito Pérez Galdós para reivindicar que Zaragoza y el Casademont "nunca se rinden".

Las jugadoras tuvieron, además, mensajes especiales para su afición. "Nos habéis acompañado a todas partes y cada vez somos más. Sobre todo, niñas y niños. Y hemos logrado que alguno de ellos se vaya a la cama soñando con jugar como alguna de nosotras. Creo que ese cambio también es parte del motivo por el que hoy estamos aquí", señaló Mariona.

En la plaza, los únicos huecos libres eran los marcados por el dispositivo de seguridad. Ya a 20 minutos de empezar se contabilizaban más de 37.000 personas, cifra que fue creciendo con el paso de los minutos. El ambiente se fue encendiendo al ritmo de éxitos como el ‘Single ladies’ de Beyoncé y el ‘Vagabundo’ de Sebastián Yatra, un pequeño anticipo de todo lo que estaba por venir.

La multitud llegaba hasta el extremo opuesto al balcón del Ayuntamiento, junto a la delegación del Gobierno, superando ampliamente las cifras de la pasada edición, que supuso la vuelta a la normalidad tras dos años marcados por la pandemia.

Esta vez hubo, además, una docena de privilegiados que pudieron seguir el pregón desde el balcón consistorial. "Es emocionantísimo. He podido ver a Salma Paralluelo y hacerme una foto con Cristian Álvarez", decía Sergio Muñoz, de 14 años, junto a su padre, Carlos, que reconocía sentirse "impresionado".

También lo estaban María Rodero y Alba Cabello. Para la primera, natural de Bilbao, eran las primeras Fiestas del Pilar. "Estoy flipando, nunca había vivido algo así", admitía sin parar de hacer fotos junto a su amiga. "Yo sí soy de aquí, pero hasta ahora solo había podido ver el pregón ‘desde el barro’. Es una sensación inigualable", explicaba la segunda.

Junto a ellas, Pedro Luis Peñafiel y su tía, de 79 años, no perdían detalle. "Verlo desde aquí es totalmente diferente", decía él. La mala suerte quiso que a la mujer, que vio el pregón sentada, se le cayese el bastón desde el balcón, golpeando a algunos asistentes que se encontraban justo debajo y convirtiéndose en protagonista de una de las anécdotas de la noche.

Plaza del Pilar poco antes del pregón de las fiestas en 2023.
Plaza del Pilar poco antes del pregón de las fiestas en 2023.
Oliver Duch

"¡Moverse maños, moverse!"

La concejala de Cultura, Sara Fernández, pidió que estas fiestas sean sinónimo de diversión, pero también "de compromiso y respeto". "Zaragoza es muy noble, muy leal y muy heroica, como vosotras", manifestó. Mientras, la alcaldesa, Natalia Chueca, movilizó a los asistentes al grito de "Moverse maños, moverse", lema que ha acompañado al Real Zaragoza y su afición en los últimos meses. "Tenemos la mejor ciudad, la mejor gente y las mejores pregoneras del mundo: las jugadoras del Casademont, que representan la fuerza y la rasmia de todas las mujeres de Zaragoza cuando se proponen conseguir algo", dijo.

El de este sábado fue un pregón en el que se sudó la gota gorda. Los nuevos escenarios y barras de la plaza restaron un espacio que se reveló más que necesario para el enorme gentío que quiso asistir al ‘chupinazo’ de las fiestas. El calor no facilitó las cosas, y hubo alguna peñista que se quitó la camiseta y se quedó en sujetador, aunque el ejemplo no cundió.

A los habituales cachirulos se unieron esta vez los abanicos, un compañero indispensable ante los cerca de 32 grados que se alcanzaron en las horas previas en la capital y que prometen seguir marcando las próximas.

Había especial expectación por la incorporación del popular ‘S’ha feito de nuey’, que se cantó por primera vez en el pregón de 2022, y aunque la canción emociona en las distancias cortas, lo cierto es que casi nadie se sabe las letras y en la plaza la gente se limitó a levantar sus vasos de plástico y mecerlos al viento. Cosa muy distinta con el ‘Canto a la libertad’ de Labordeta, coreado por la mayoría de los asistentes. Fue el broche de oro a un pregón emocionante como una final que terminó con los tradicionales fuegos artificiales y decenas de móviles apuntando al cielo para captar los primeros instantes de las Fiestas del Pilar de 2023.

El pasacalles de los niños

Horas antes del pregón, los niños fueron los principales protagonistas del pasacalles y lo que casi todos querían era ver a los cabezudos en su día más ‘amable’ de las fiestas. "Hoy me saludan, pero mañana ya verás cómo me pegan", aseguraba un chaval a su padre.

El pasacalles comenzó poco después de las 19.00 en el colegio Joaquín Costa. Fue muy musical -en numerosos tramos del recorrido se fundían los sonidos de la batucada y de La Banda del Canal, de esta con la carroza setentera...-, pero poco importó. Tras la pareja de la guardia municipal a caballo y las carrozas publicitarias, llegaron, por fin, los gigantes y cabezudos. Herminia, la cigarrera del Tubo, fue la más activa saludando a la chavalería y, entre los padres, la sensación la causaron los gigantes de Goya y de su esposa, Josefa Bayeu. No son nuevos, pero todavía hay muchos adultos que desconocen que se han incorporado a la comparsa oficial el pintor con gesto agrio y su mujer un tanto remilgada.

Gaiteros de Aragón les acompañaban, y luego llegaron una nueva batucada, la de la Casa de Juventud de Santa Isabel, antes de que se desplegaran las distintas propuestas de las compañías teatrales. Gustó mucho la carroza de la discoteca setentera (K de Calle) y las de ambientación náutica de Caleidoscopio Teatro, con su Ebro y mejillones cebra incluidos, y Coscorrón Banda de Animación, que recreaba la Atlántida. Tras una marioneta gigante de un mono (Efimer), apareció un camión circense que quería ser una alegoría sobre la magia (Carros de Foc) y luego llegó el plato fuerte del pasacalles: los ocho osos luminosos gigantes de la compañía de animación francesa Remue Ménage.

Iluminados por dentro con leds, y acompañados por la banda de gaitas de boto de los Bomberos de Zaragoza, fueron los más aplaudidos de entre los más de 180 actores y músicos profesionales que dieron brillo al inicio de las fiestas.

Buena parte de los asistentes al pasacalles se desplazaron rápidamente a la plaza del Pilar. El recorrido (colegio Joaquín Costa, paseo de María Agustín, César Augusto, el Coso, calle de Alfonso I y plaza de las catedrales) tuvo un punto negro. En el codo entre el coso y la calle de Alfonso I se había colocado una grúa con una cámara de televisión que dejaba el paso para peatones en apenas un metro de anchura. No había quien regulara aquello y se produjo un tapón que se volvió enorme en cuestión de minutos, con niños atrapados en sus carritos y personas mayores de por medio. Aunque hubo pisotones, insultos y sofocos, la cosa no pasó a mayores, afortunadamente.

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