Un gato caza a un conejo en el Tercer Cinturón de Zaragoza

Aunque puede parecer inusual, estos felinos tienen el instinto de caza siempre presente en mayor o menor medida.

El gato cazando a un conejo en el Tercer Cinturón de Zaragoza
El gato cazando a un conejo en el Tercer Cinturón de Zaragoza
H. A.

Es casi una evidencia: los gatos cazan a los ratones y se llevan muy mal con los perros. Existen un sinfín de series, frases, películas y dichos que dejan constancia de esta enemistad con los pequeños roedores, aunque también con los mamíferos domésticos por excelencia. ¿Quién no se lleva "como el perro y el gato" con alguna persona? Los gatos están presentes en muchos aspectos de nuestras vidas, más de los que pensamos.

Pueden ser animales domésticos o deambular por las calles de las ciudades y pueblos. El instinto de caza está presente en todos ellos en mayor o menor medida. Los que viven en casas suelen estar más domados, pero los callejeros parece que tienen una estricta necesidad por cazar presas. Entre sus capturas más comunes, pájaros pequeños o insectos, aunque no es raro que busquen cazar otras especies. Este jueves por la mañana, un gato ha cazado a un conejo en el Tercer Cinturón de Zaragoza, justo debajo del puente del Canal, y ha huido con él en la boca.

Puede parecer algo atípico, sin embargo es bastante común. Un análisis de animales cazados por gatos, realizado por el biólogo estadounidense Christopher Lepczyk y publicado en la revista 'Nature', explica que los gatos son depredadores de al menos 2.000 especies, incluidas aves, reptiles, mamíferos, insectos y anfibios. Además, al menos el 17% de estos animales necesitan ser preservados para el equilibrio de la vida silvestre.

Esta investigación concluye que los gatos no son "tiquismiquis" con la comida y son depredadores de "cualquier animal que puedan capturar". Por lo tanto, a partir de ahora, si ves a un gato con un conejo en la boca, no te extrañes, es algo normal. 

Conejos en Zaragoza

No es la primera vez que los conejos se dejan ver en el entorno urbano de la capital aragonesa. En la glorieta de la Puerta del Sol de Zaragoza, junto al puente de Hierro, llegaron a tomar la zona ajardinada de la rotonda, donde criaron decenas de ellos. Posteriormente, esos ejemplares fueron trasladados por técnicos municipales "fuera de la ciudad" para prevenir afecciones al tráfico en este punto del paseo de Echegaray de Zaragoza. Según indicaron fuentes del Ayuntamiento a HERALDO, el traslado de estos "conejos urbanitas" se hizo "por supuesto, sin causarles daño y garantizando su supervivencia".

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