El Jurado declaró este lunes culpable de un delito de asesinato al gambiano de 43 años Bobo Keita, a quien considera culpable de las 14 cuchilladas que acabaron con la vida de su cuñado, Alie Sidibeh, de 41 años,en las escaleras de un edificio de Las Delicias, en Zaragoza.  Durnte la vista celebrada la semana pasada en la Audiencia Provincial, el acusado trató de convencer al tribunal popular de que el responsable del crimen  un amigo del apuñalado, con el que casualmente este había quedado la aciaga noche del 22 de junio de 2022 en la puerta de su casa, en el número 29 de la calle de Don Pedro de Luna. Sin embargo, los jurados no albergan ninguna duda de que fue el procesado quien se desplazó aquel día en coche desde Calella (Barcelona) a Zaragoza con la “firme determinación” de tender una trampa mortal al hermano de su mujer, a quien hacía responsable de su reciente separación.

Tras unas seis horas de deliberación y basándose en unas pruebas que las acusaciones calificaron de “apabullantes”, los nueves miembros del tribunal popular - uno tuvo que ser sustituido a última hora debido a su hospitalización- consideraron probado por unanimidad que Bobo Keita quería matar a Alie. De hecho, así lo había hecho saber a través de varias llamads telefónicas previas en las que le anunció que acabaría con su vida "si no le devolvía a su familia". Dichas amenazas llevaron a la víctima a interponer incluso una denuncia ante la Policía Nacional el 4 de mayo de 2022. Y aunque Keita resultó condenado, ello no le impidió 'aparcar' su plan. 

Según el jurado, dos días antes del crimen, compró el cuchillo táctico dentado de doble filo con el que atacó de “forma súbita y sorpresiva” a su cuñado. Sobre las 23.40 del 22 de junio, la víctima había recibido una llamada telefónica de un amigo al que adeudaba 40 euros, por lo que bajó despreocupado a la calle. Pero en las escaleras se encontraba oculto al acecho el acusado, que se abalanzó sobre la víctima y empezó a lanzarle cuchilladas. Alguna le alcanzó la arteria y vena axilar, así como ambos pulmones, provocando un profuso sangrado que le hizo caer desplomado en el rellano del segundo piso.

Lo que no ha considerado acreditado el jurado es que las 14 puñaladas que Bobo Keita dio a su cuñado en la zona axilar, pectoral izquierdo y abdomen pretendieran aumentar de forma deliberada su sufrimiento. Por ello, a la hora de dictar la sentencia y fijar la pena, la magistrada-presidenta, Soledad Alejandre, no podrá aplicar la agravante de ensañamiento.

La Fiscalía y las acusaciones particulares, a cargo de las letradas María Fornoza y Eva Martín, pedían una condena de entre 20 y 27 años, pero a está habrá que restar el delito de hurto de la tarjeta de identidad, que no ha quedado probado. La defensa, de la que se encarga la abogada Elena Carnicer, solicita que se imponga al acusado la menor pena posible. El jurado se mostró en contra de concederle el indulto.