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La Policía investiga a una mujer en Zaragoza por una encerrona a su sobrina con un terrible final

La víctima, de 22 años, fue invitada a cenar, pero no sabía que serían tres en la mesa. El tercer invitado fue un amigo de la anfitriona al que ahora se busca por una presunta violación.

Jefatura Superior de Policía de Aragón.
Jefatura Superior de Policía de Aragón.
Oliver Duch

La Policía Nacional investiga la presunta encerrona con violación incluida que al parecer prepararon hace unas semanas a una joven de 22 años recién afincada en Zaragoza. La chica todavía está conociendo la ciudad, por lo que se apoya bastante en su familia, que reside desde hace más tiempo a orillas del Ebro. A finales de septiembre, una tía la invitó a cenar lasaña en la casa en la que trabajaba como interna cuidando a un anciano. La mujer le dijo que acostaría antes a este último para poder cenar solas. Y aunque es cierto que el hombre se fue pronto a la cama, poco después sonó el timbre de la puerta.

La joven preguntó a su tía quién era y esta le explicó que se trataba de un amigo. La respuesta le hizo sentir incómoda, puesto que ella había previsto que ambas pasarían un rato solas y podrían hablar. Sin embargo, la mujer le explicó que era una visita imprevista y no podía darle largas. Como la chica ignoraba el grado de relación que existía entre su tía y este hombre, terminó por saludarlo cordialmente y aceptarlo en la mesa. Pero de ninguna manera pudo prever lo que iba a pasar después, cuando las bebidas alcohólicas que «de forma insistente» le ofreció la anfitriona empezaron a hacerle efecto.

Los hechos se produjeron el pasado 27 de septiembre, pero la vergüenza, angustia y frustración que sufrió la chica le impidieron denunciarlos en comisaría hasta el 31 de octubre. No se atrevía a contárselo ni a su madre –que lleva ya cuatro años viviendo en Zaragoza– ni a nadie, ya que la tía que organizó la supuesta encerrona es una persona muy querida en la familia. Tras darle muchas vueltas, decidió dar el paso y revelar a otras dos tías que había sido víctima de una violación, aconsejándole estas que acudiera al médico y presentara una denuncia de inmediato.

Durante su comparecencia en comisaría, la víctima explicó que no suele beber alcohol, pero como aquella noche su tía le insistió tanto en que lo hiciera, terminó bebiendo «bastante». Por el modo en que sucedieron los acontecimientos, ella está convencida de que todo estaba preparado. Según relató a los agentes, la cena transcurrió con «normalidad» y los tres estuvieron charlando un rato en el salón, pero cansada y afectada por el alcohol ella optó por retirarse antes al cuarto de invitados a descansar. Se tumbó en la cama con la luz apagada y sin quitarse la ropa que llevaba puesta. Y al momento escuchó que alguien entraba en la habitación.

Los dos le quitaron la ropa

La joven declaró ante la Policía que logró distinguir cómo su tía y el hombre que había cenado con ellas se acercaban a la cama. Y cuando quiso darse cuenta, ambos empezaron a quitarle la ropa hasta dejarla completamente desnuda. En ese momento, contó, los dos se pusieron a besarla por todo el cuerpo. Finalmente, el amigo de su tía se le puso encima y empezó a agredirla sexualmente.

La denunciante asegura que, pese a su embriaguez, ella era consciente de lo que estaba ocurriendo y pidió a su tía y al hombre que «la dejaran, la taparan y se fueran». Al principio, hicieron caso omiso. Por lo que el calvario de la chica aún duró un rato. Finalmente, cuando la joven tuvo fuerzas para incorporarse, se percató de que en la habitación solo estaba ya su tía. Haciéndole creer que no era consciente de lo sucedido, la chica le preguntó qué había pasado, pero esta no le dio muchas explicaciones. Al parecer, simplemente le dijo que cuando anunció que se iba a dormir, se puso «como loca» y empezó a quitarse la ropa.

El cansancio hizo quedarse dormida a la denunciante. A la mañana siguiente, al salir al comedor se encontró a su tía junto al anciano que cuida. La mujer se comportó «como si nada» y su amigo había desaparecido. Así que la víctima se marchó apresuradamente de la vivienda.

La denuncia de la joven llevó a la Policía a interrogar este martes a su tía, de unos 40 años e identificada como L. A., quien negó cualquier agresión sexual. La investigada, a la que asiste la letrada Marina Ons, dijo que ayudó a su sobrina a quitarse la ropa, pero porque iba completamente borracha. Tras escuchar su versión, quedó en libertad. Los investigadores han identificado también al presunto agresor, R. A. O., de 44 años, quien al parecer estaría en Gran Bretaña por motivos de trabajo y se presentará la próxima semana en comisaría.

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