Mercado inmobiliario

La fórmula del 'coliving' se hace hueco en Zaragoza

Aunque todavía se trata de un mercado prácticamente residual en la capital aragonesa, va asentándose como una alternativa para compartir piso, especialmente para los extranjeros, debido a la escasa oferta de alquiler asequible.

Las zonas comunes de un piso en la calle Baltasar Gracián dedicado al 'coliving'.
Las zonas comunes de un piso en la calle Baltasar Gracián dedicado al 'coliving'.
Apartamentos Loira

San Francisco, Estados Unidos. Las grandes empresas tecnológicas contratan a un aluvión de jóvenes que deben buscar una solución habitacional cuanto antes. Ante la falta de oferta, aparece un nuevo concepto: el 'coliving' (algo así como co-vivir), muy ligado al 'coworking'. Todos estos anglicismos llegaron a España más tarde, hasta el día de hoy, que es una fórmula cada vez más utilizada en capitales como Madrid o Barcelona y que ha logrado hacerse un pequeño hueco en Zaragoza.

En la capital aragonesa, no obstante, el concepto no está tan desarrollado como en otras ciudades. El 'coliving' nace, principalmente, con la idea de alquilar un apartamento entero o habitaciones con cocina y/o baño y compartir zonas comunes con grupos de gente homogéneos, de edades similares y con gustos muy parecidos. En Zaragoza se ha asentado como un modelo muy recurrente por los extranjeros que acuden a estudiar a la Universidad, según explican desde Apartamentos Loira, especializados en 'coliving' que dispone de seis apartamentos en la calle de Baltasar Gracián y otros nueve en la calle de El Castellar. Además, cabe resaltar que es una opción que nace, principalmente, de la falta de oferta asequible de alquiler, una problemática existente en la capital del Ebro.

"Dentro del 'coliving', lo ideal es disponer de un espacio, aunque sea pequeño, donde tengas tu zona de dormir, una pequeña zona de 'living' (sala de estar) y una minicocina o baño. Pero no suele ser así en España. Son pequeños estudios y luego un espacio de 'coworking', gimnasio, salas de juego, instalaciones deportivas...", indica Ana Sánchez, gerente de Apartamentos Loira. Al final, dice, el modelo hacia el que tiende el Real Estate es el de alquilar un apartamento entero para una persona y, después, compartir espacios comunes amplios, pero es una casuística que no ha llegado a Zaragoza. Lo más parecido son los apartamentos de la citada empresa y los de Mo-Dus, otra compañía especializada en este estilo de vida.

Así, el tipo de clientes que acuden a esta solución habitacional se divide en dos: estudiantes (un gran volumen) y profesionales que se desplazan a la ciudad por trabajo. En la calle de Baltasar Gracián, a la altura del número 9, la compañía tiene en propiedad seis apartamentos con seis habitaciones cada una, lo que da lugar a 36 plazas en total. Allí, dada su proximidad con la Universidad, se concentran principalmente estudiantes o personas que ya han terminado la carrera y se aventuran a hacer prácticas. "Cada persona dispone de su espacio privado, dormitorio, y comparten zonas comunes baños zona de estar cocina y terraza", detalla Sánchez.

Interior de un apartamento entero destinado a profesionales en la calle de El Castillar.
Interior de un apartamento entero destinado a profesionales en la calle de El Castillar.
Apartamentos Loira
Un apartamento entero destinado a profesionales en la calle de El Castillar.
Un apartamento entero destinado a profesionales en la calle de El Castillar.
Apartamentos Loira

Entre ellos, más del 90% -cifra la gerente- son extranjeros y el resto españoles. "Este modelo lo aprecia mucho la gente de fuera. Inicialmente lo planteamos para estudiantes, pero hay una demanda impresionante de perfiles sanitarios, gente que viene a hacer prácticas, que ya han acabado la carrera y buscan una solución que no sea un año", añade. En cuanto a los apartamentos destinados a profesionales, suelen ser clientes algunos que acuden a trabajar durante un periodo determinado de tiempo, altos ejecutivos y otros trabajadores.

¿Qué oferta hay de 'coliving' en Zaragoza?

Zonas comunes de uno de los apartamentos de 'coliving' para estudiantes en la calle de Baltasar Gracián.
Zonas comunes de uno de los apartamentos de 'coliving' para estudiantes en la calle de Baltasar Gracián.
Apartamentos Loira

Los apartamentos están equipados con lo básico para vivir, con WiFi, Smart TV, suelo radiante, limpieza semanal, comida a domicilio, código en la puerta... Desde 455 euros al mes o 33 euros al día. "El 'coliving', de bueno, tiene que ofrece soluciones flexibles. Además, es mucho más fácil hacer contratos -son de alquiler de uso diferente a vivienda habitual-, no se piden nóminas, solo pedimos la fianza. Es como si fuera un servicio", desarrolla Ana Sánchez. Por ello, es una solución buena "para alguien que solo quiere venir dos años a trabajar o estudiar, por ejemplo". "Pagas los servicios, además de la habitación. Para que salga rentable, deben cobrarse entre 450 y 600 euros al mes", asevera.

No obstante, la gerente de Apartamentos Loira cree que el modelo debería virar más hacia el (ojo, otro anglicismo) 'flex living', es decir, unidades habitacionales completas para una sola persona y compartir espacios comunes mucho más grandes como gimnasios, comedores, 'coworkings'... Que es justo lo que la compañía pretende lograr con el edificio situado en la calle de El Castellar, con nueve apartamentos dedicados a profesionales, con precios que ya superan los 1.000 euros al mes, pero con más servicios y más intimidad que el 'coliving' más básico. "Al final, es normal que haya ciertos problemas de convivencia en algunas zonas como la cocina o el baño", expresa Sánchez.

Además, dice que su intención es hablar con el Ayuntamiento de la capital aragonesa para plantear que alguien pueda empadronarse en la ciudad de manera temporal. "Al ser un contrato diferente al de vivienda habitual, el tema del empadronamiento es un problema. Tenemos que encontrar una especie de solicitud para facilitar a estas personas de fuera la llegada a la ciudad para estar a la última del 'coliving'", declara. Un modelo que ella encuentra similar es el de Residencial Pirineos, la residencia de estudiantes que Aloha Pirineos proyectaba en el Actur, "aunque sus precios planteados son bajos y esa fórmula sería insostenible".

"Es un mercado residual"

Fernando Baena, presidente del Colegio Oficial de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria (API), cree que este modelo "está funcionando bien" en las ciudades más turísticas, ya que se aprovechan los pisos más grandes para hacer hasta ocho habitaciones. "Aquí hay algo de eso, pero es más casero, por así decirlo. En el 'coliving' más serio montan habitaciones con baño que parecen casi de hotel y te las cobran más caras", añade. Aquí hay un mercado "muy heterogéneo, residual".

Nuevamente, Baena explica que este modelo nace de la necesidad de ofrecer nuevas soluciones habitacionales tras el incremento de los alquileres y la escasa oferta que hay en toda España. "Alguien que viene para pasar meses prefiere un apartamento entero, pero si ese apartamento vale 700 euros y la habitación cuesta 400 euros...", apostilla Baena. 

"Esto es lo que antiguamente se decía de vivir de patrona, de pensión, solo que ahora no es así. La señora que acogía al opositor, viajante y le daba una habitación y le daba de comer y con los ingresos la señora iba viviendo y completaba su pensión. Es eso, pero en plan moderno. Es una realidad social", afirma el presidente de los API. Más que mercado, lo considera una "consecuencia" del propio mercado inmobiliario.

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