urbanismo
Zaragoza instala sensores para prevenir inundaciones en Parque Venecia
Urbanismo trabaja en el proyecto para crear una canalización de 18 metros que permitiría retener el dos veces más agua de la que cayó el 6 de julio
El Ayuntamiento de Zaragoza sigue trabajando para proteger Parque Venecia y que las imágenes registradas durante la tormenta del pasado 6 de julio no vuelvan a repetirse. El Área de Urbanismo e Infraestructuras continúa desarrollando las medidas acordadas para evitar nuevas inundaciones en el barrio, que aquel día afectaron especialmente al CEIP María Zambrano. Los técnicos acaban de instalar dos sensores aguas arriba del barranco de la Muerte, situado justo detrás del centro educativo y por donde se desencadenó la riada, que alertarán en el caso de que pueda producirse una situación similar.
Estos sistemas, tal y como ha detallado el concejal responsable, Víctor Serrano, permitirán que, en caso de una gran avenida, cuando se alcance un nivel de agua determinado tanto la Policía Local como los Bomberos activen el plan de emergencia, lo que facilitará a su vez contar con "una mayor capacidad de respuesta" y que también se pongan en marcha los protocolos de autoprotección del colegio que ha preparado el Gobierno de Aragón. También se podría tomar la decisión de cerrar en caso de que fuera necesario el Tercer Cinturón, que hace tres meses se convirtió en un torrente de agua que arrastró numerosos vehículos.
Los sensores se encuentran situados junto a la infraestructura del AVE, donde el barranco comienza a introducirse en la ciudad consolidada, y en la conexión del entorno entre Parque Venecia y el centro comercial Puerto Venecia, lo que hará posible "que se puedan monitorizar los dos ramales que terminan confluyendo en la Z-30". Actualmente, "los servicios municipales están testeando y probando las señales de los emisores y su funcionamiento para poder conectarlos a los sistemas de alertas" de los Cuerpos de Seguridad.
En segundo lugar, ha recalcado Serrano, se ha actuado en el colector ubicado en las faldas del barranco, que ha pasado de tener un diámetro de 1,20 metros a los 1,80. Esto hará que "aumente mucho su capacidad de evacuación", que durante aquel episodio se comprobó que era insuficiente. "Habrá una mayor capacidad de desagüe de todos esos posibles torrentes que acabarán desembocando en el escorredero de San Antonio, que está pasadas aguas abajo en la Z-30", ha incidido.
Las obras, en un mes
Asimismo, los técnicos de Urbanismo están redactando por procedimiento de emergencia el proyecto para construir tras el María Zambrano un canal de 18 metros, que mientras esté seco será un espacio por "donde se pueda transitar y andar en bici" y que será capaz de soportar hasta el doble de la lluvia que se registró el 6 de julio. La intención con esto es que, según apuntan los estudios encargados por el Ayuntamiento, el agua ni siquiera llegue a alcanzar el muro perimetral construido para proteger el centro y el cuartel de la Policía Local situado justo al lado.
Ya se han recibido las valoraciones de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), con quien se está trabajando de forma coordinada, ha dicho el edil, y de la que se requerirá autorización previa para su ejecución, y se están incluyendo sus aportaciones técnicas.
Serrano ha enfatizado que el Consistorio seguirá trabajando para lograr la "tranquilidad" de familias y vecinos, y ha avanzado que en cuestión de un mes las máquinas ya estarán trabajando en esta infraestructura. La duración de las obras es lo que todavía deberá concretarse, pero las primeras estimaciones apuntan a que el plazo de ejecución estará entre los 4 y 6 meses.
Tampoco se ha determinado aún desde el área el coste que tendrán todos estos trabajos para las arcas municipales, pero podría rondar el millón de euros.
