Inmobiliaria
Rehabilitaciones integrales de casas centenarias o de pueblo en Aragón
Una moda cada vez más extendida es la de reformar completamente casas de pueblos que dan lugar a acabados espectaculares.
Rehabilitar una vivienda sin uso no es solo darle una nueva vida. También implica mejorarla en grandes cantidades. Aislamiento térmico, mejores acabados, más pulida, decoración más moderna pero manteniendo lo tradicional... Si se puede hacer cargo del coste, estas actuaciones suponen un salto de calidad para una segunda vivienda en un pueblo. Los ejemplos los ponen los arquitectos, expertos en este tipo de intervenciones, también en casas centenarias.
La viva representación de esto es el proyecto de Alberto Sánchez en Used, con la recuperación de una casa solariega en la comarca de Daroca, la que fuera de los Ibáñez de Bernabé y, posteriormente, del médico de Used. La casa, que ha permanecido en la misma familia desde su construcción, lleva deshabitada desde 1965. Para mí es muy importante respetar la memoria tanto del edificio como la de aquellos que vivieron en ella, señala el arquitecto.
"Una pareja de jóvenes que ha elegido el Pirineo como lugar para vivir, decide contactar con Cronotopos para ayudarles a rehabilitar una antigua borda y transformarla en una vivienda que pueda recoger tanto sus necesidades actuales, como las futuras". Así describe este estudio zaragozano de arquitectos un proyecto en Sardas, Huesca, con la rehabilitación de una borda.
En origen, esta arquitectura rural del Pirineo se utilizaba para resguardar el ganado y almacenar la cosecha. La caída de las prácticas agrícolas tradicionales y los cambios en la forma de vivir, han hecho que este tipo de arquitectura haya sido abandonada con el paso del tiempo.
El propósito de este proyecto ubicado en Huesca se basa en rehabilitar una antigua construcción para "darle una nueva vida y un nuevo uso de vivienda". "Partimos de una edificación de piedra y estructura de madera, con tejado de pizarra, en la que encontramos varias deficiencias debido a su falta de mantenimiento y conservación durante la vida del edificio", detallan desde el estudio de arquitectos. Para ello, se mantienen los materiales nobles originales, y se ponen en valor mediante su recuperación, rescatando la estructura original de madera y dejando vistos los muros de piedra.
La rehabilitación integral de la borda, además de la adaptación de la distribución, propone la reparación y mejora de la cubierta, la renovación de todas las instalaciones y la mejora de la eficiencia energética, mediante sistemas pasivos que consiguen altos estándares en términos de demanda y consumo energético.
Cronotopos tiene en marcha otro proyecto en Villafeliche, 'Mudéjar vaciado', con la rehabilitación de una antigua casa familiar dividida por los propietarios en diferentes viviendas. Debido a las proporciones del inmueble, las habitaciones no tenían ventilación ni luz natural, por lo que el estudio propuso abrir los espacios y vaciar algunas zonas para proporcionar luz a algunos espacios interiores. "Los espacios típicamente medievales y pequeños se pudieron adaptar a espacios más contemporáneos, abiertos", detallan los arquitectos.
Una casa rural o un museo
No todas las intervenciones terminan siendo residenciales. 'Moncayo entre medianeras' es otra rehabilitación integral de Cronotopos de una antigua casa familiar distribuida entre los muros de dos edificios. Como propuesta, se planteó unificarlos y dar lugar a una casa rural. Al tener dos accesos y una escalera central, las posibilidades son varias, ya que podrían alquilarse de manera entera o parcial ya que se constituyen dos espacios independientes.
El arquitecto Sixto Marín no se queda atrás. Trabajó en la recuperación y acondicionamiento como museo de la Borda Alba, situada en Benasque. Se trata de una antigua edificación señorial reconvertida en borda para el ganado a finales del siglo XIX, y en estado de abandono durante el XXI. En 2014, el Ayuntamiento de Benasque comienza este proceso.
En el año 2019 se redacta un nuevo proyecto para la reforma y el acondicionamiento del interior de la borda como espacio expositivo. Como primera actuación, se plantea la recuperación del forjado inicial demolido y se planifica la construcción de un forjado unidireccional de vigas metálicas, apoyadas en los muros de fachada y en el pórtico central.
En el año 2022, después de casi una década, finalizan las obras de rehabilitación y acondicionamiento en la borda y se completa su equipamiento expositivo para acoger de forma permanente una parte de los fondos de la colección de arte de Javier Santos.
