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Jorge Azcón: el alcalde de Aragón

Inició su carrera política como concejal en 2000 de la mano de José Atarés, su mentor. Su sueño fue ser alcalde y lo logró. Hoy es presidente de Aragón.

Jorge Azcón
Jorge Azcón
Carlos Rivaherrera

Corría la campaña de 2003, hace poco más de 20 años. El entonces alcalde de Zaragoza, José Atarés, declinó acudir al debate televisivo de los candidatos al Ayuntamiento y envió en su lugar al joven y correoso concejal Jorge Azcón, que no había cumplido los 30 años. Frente a él estaba Juan Alberto Belloch, quien fuera biministro de Felipe González. Eran los tiempos de la lucha del trasvase, con un PP en horas bajas, a punto de perder el gobierno.

Belloch le comentó en la sala de maquillaje. “¿Dónde te has metido?”. Lo que no sabía el que se convertiría después en alcalde es que el edil del PP se había preparado aquel debate como si fuera el más importante de su vida. “Dónde te has metido tú”, pensó Azcón. En el plató, el socialista acabó desquiciándose. “Oye, chico”, exclamó en pleno debate, harto de los ataques de un Azcón que todavía hoy recuerda aquello como un bautismo de fuego.

Jorge Azcón Navarro (Zaragoza, 1973) ya es el presidente número 10 que ha tenido Aragón en su etapa autonómica después de una trayectoria marcada por el municipalismo y su paso por la alcaldía de Zaragoza. Licenciado en Derecho, casado y con dos hijos, es el segundo regidor de la capital en ocupar el despacho del Pignatelli después de Luisa Fernanda Rudi. Y lo hace con una coalición inédita con Vox y el apoyo del PAR. Cuando salía de aquel debate, ni hubiera soñado que esto pudiera llegar a pasar 20 años después. Pero que su vida iba a ser la política ya se sabía. “Lo lleva en la sangre. Tiene unas aptitudes innatas. Es un enamorado de la política”, dicen los que le conocen.

Entró al PP de la mano de su amigo Ricardo Mur, con quien coincidió en la Facultad de Derecho. En el año 2000 ya era presidente de Nuevas Generaciones en Aragón, las juventudes del partido, y, por azares del destino, se convirtió en concejal. En las elecciones del 99 había ido en el puesto 19 de la candidatura, pero dimitió el entonces edil del PP Carmelo Huerta después de que HERALDO destapara unas irregularidades en su gestión. Tras renunciar los que le precedían en la lista, Azcón accedió al cargo y fue designado concejal de Personal y Juventud. Tenía 26 años.

José Atarés, Jorge Azcón y Ricardo Mur, en 2003.
José Atarés, Jorge Azcón y Ricardo Mur, en 2003.
Guillermo Mestre

En su periplo político, una persona sobresale sobre todas las demás: José Atarés, quien fuera alcalde entre 2000 y 2003 y que murió en 2013. No solo le dio su primera oportunidad, sino que Azcón heredó su forma de entender la política y el municipalismo. La del alcalde rocero, que sale a la calle, que se deja ver en los bares y comercios del centro, que no tiene problema en detenerse a hablar con el primer viandante que le para, aunque por esto le hayan acusado de populismo o de buscar la foto. Bromista y extrovertido, Azcón trata siempre de agradar y no le gusta perder nunca.

En 2003, tras pasar a la oposición, pese a su juventud, Atarés lo nombró portavoz adjunto, el número 2 del grupo. Fueron tiempos convulsos en la vida interna del PP. El exacalde quiso disputarle la presidencia del PP aragonés a Gustavo Alcalde y se abrió una crisis en la que Azcón se situó junto a quien había sido su mentor. Por solo 32 votos, Atarés perdió. Y Azcón también.

Jorge Azcón y Domingo Buesa, en 2006.
Jorge Azcón y Domingo Buesa, en 2006.
Dune Solanot/Heraldo

Domingo Buesa, que había entrado de la mano de Atarés al Ayuntamiento, se hizo con la presidencia del PP de Zaragoza y la portavocía del grupo municipal. Aunque Azcón continuó como adjunto, su enfrentamiento derivó en animadversión. En 2007, Buesa lo fulminó de las listas junto a Atarés, Ricardo Mur y Marián Orós, lo que supuso un trauma en el PP. Atarés fue senador y los otros tres se fueron al sector privado. Azcón, que es de lágrima fácil como demostró este jueves, rompió a llorar en el pleno de despedida. Le esperaban cuatro años fuera de la política.

Muchos aún recuerdan la multitudinaria fiesta de despedida que hicieron los cuatro en el Tiro de Pichón. Políticos de todo signo, periodistas, empresarios, altos funcionarios municipales, personalidades del tejido social… Fue una celebración que evidenció el poder de convocatoria que tenían Atarés y Azcón y quizá el preludio del retorno a la política del segundo, que se produciría cuatro años después.

Nunca fue un angelito

Tras la derrota electoral del PP en 2007, en la que Buesa fue candidato, Luisa Fernanda Rudi tomó las riendas del PP aragonés y Luis María Beamonte, las del zaragozano. Esto supuso el final de la etapa de Buesa como portavoz, que fue sustituido por Dolores Serrat. El PP municipal vivió una crisis interna, con Buesa llegando a romper la disciplina de voto en un plan urbanístico y obligando a intervenir a Rudi. Fue el final de la carrera política de uno de los mayores rivales que ha tenido Azcón en su carrera.

Eloy Suárez, en aquella época portavoz parlamentario, fue elegido candidato en 2011 y recuperó a Azcón, a quien situó como portavoz de Hacienda. Fueron los años en los que el hoy presidente de Aragón se bregó como concejal de oposición, siempre al ataque, aunque eso le acarrease críticas por jugar sucio. Eran los últimos años de la etapa de Belloch, a quien combatió con fiereza. Azcón nunca ha sido un angelito.

Jorge Azcón, el día de su investidura como alcalde de Zaragoza.
Jorge Azcón, el día de su investidura como alcalde de Zaragoza.
Guillermo Mestre

En 2015 llegaron los ayuntamientos del cambio. El PP se volvió a quedar fuera del gobierno e inició un proceso de renovación que llevó a Suárez al Congreso de los Diputados y a Azcón a convertirse en líder de la oposición a Pedro Santisteve. No tuvo piedad. Ante un gobierno inexperto, dividido y con poco sentido práctico, articuló una estrategia junto a su lugarteniente Pedro Navarro que desesperó a los comunes, que en las siguientes elecciones se hundieron.

En 2018, Pablo Casado, íntimo de Navarro, fue elegido presidente del PP nacional, lo que dio a Azcón entrada en Génova. El PP acababa de salir del Gobierno de España tras la primera moción de censura existosa de la historia y Ciudadanos crecía como la espuma. No había dudas de que Azcón iba a ser candidato a las municipales de 2019.

El exalcalde recuerda con frecuencia las elecciones generales de abril de 2019. Casado obtuvo 66 diputados, el peor resultado de la historia del PP. En Zaragoza capital, Cs llegó a sorpasar a los populares. En mayo, Azcón se presentó a las elecciones frente a Pilar Alegría, que le ganó. Pero, con una campaña durísima y un poco de suerte, el PP obtuvo los apoyos suficientes como para alcanzar junto a Vox y Cs la cifra mágica de 16 concejales que da la mayoría absoluta en el Ayuntamiento.

El resto es historia reciente. En una corporación abrupta, marcada por la pandemia, el Azcón alcalde siguió la vertiginosa ascensión hacia la cumbre del partido. Fue un elemento determinante la denominada revolución de los alcaldes, que le dio perfil nacional, en defensa de los ayuntamientos que exigían ayudas para financiar los gastos de la pandemia. Llegó a alinear a una serie de partidos y dejar en minoría al PSOE de Sánchez en el Congreso de los Diputados. 

Con un PP que con Luis María Beamonte no había logrado desplazar a Javier Lambán, Casado le aupó a la presidencia de la formación en Aragón. Y lo hizo pocos meses antes de perder su batalla contra la lideresa madrileña Isabel Díaz Ayuso. Azcón dudó, pero no quiso morir con Casado. Después de haber sido su más fiel apoyo, Azcón se situó con el resto de los barones para señalarle la puerta y encumbrar a Alberto Núñez Feijóo. La cara más cruel de la política.

Jorge Azcón, el día de su victoria electoral en el 28-M.
Jorge Azcón, el día de su victoria electoral en el 28-M.
José Miguel Marco

Asentado en la alcaldía, Azcón atendió el requerimiento de Génova de ser el candidato autonómico del PP destinado a suceder a Lambán. El salto generó dudas internas y fue visto con escepticismo por el ‘establishment’ local, que de primeras lo veía incapaz de desplazar a un veterano como el líder socialista. Pero con un trabajo brutal, un poco de osadía, con un diseño de estrategia de campaña eficacísimo y la ola nacional a su favor, le ofreció una doble victoria histórica a Feijóo, tanto en las municipales y autonómicas como en las generales. Esta tarde se ha convertido en presidente, uno de los que mayor poder político va a acumular de la historia de la Comunidad. Comienza la era Azcón, el alcalde de Aragón.

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