Los vecinos de La Jota se organizan para "salvar" un mural de los años 90: “Es un emblema del barrio”
Sobre un muro de hormigón ubicado en la calle Manuel Viola se encuentra la obra realizada por el artista ‘Basque’ en el año 1993.
La asociación de vecinos del barrio de La Jota de Zaragoza está dispuesto a "salvar" uno de los elementos más emblemáticos del barrio, y para ello ha comenzado la recogida de firmas. Se trata de un mural de unos 5 metros de largo por 2.5 de alto ubicado en la parcela F 52-2, y que, a pesar del paso del tiempo -no en vano lleva tres décadas en ese mismo espacio-, ha logrado mantenerse prácticamente intacto, aunque de manera bastante anónima. Por eso, cuando recibieron la noticia de su inminente derribo no dudaron en organizarse para evitarlo.
Se trata de una zona de fábricas que lleva años abandonada y que actualmente se encuentra entre el colegio público de La Jota y la antigua fábrica de Mundo Madera S.L., donde años antes se instaló Alcer, una gran empresa que en los años 60 llegó a contar con más de 600 trabajadores. “Pusieron en nuestro conocimiento que se iba a proceder a construir una zona ajardinada y que, para ello, se iba a tirar abajo todo el muro”, relata Juan Antonio Andrés Pinilla, presidente de la Asociación Vecinal “José Oto” del Barrio de La Jota, que afirma que durante la última reunión de vecinos fueron varias las personas que manifestaron su malestar ante este suceso. “Pusimos varias alternativas sobre la mesa, y al final salió esta adelante”, añade. En apenas 48 horas lograban reunir más de 300 firmas.
El mural en cuestión se encuentra ubicado en una tapia de bloques de hormigón en la calle Manuel Viola, casi esquina con Balbino Orensanz. El grafiti fue realizado en 1993 por ‘Basque’, en colaboración con su hermano Ricardo. “La idea surge de un boceto de Antonio Martínez, a modo de recuerdo y apoyo a ese espíritu trabajador del barrio, tan vinculado con nuestra historia”, reivindica Andrés. Además, también se ha presentado una queja al Ayuntamiento de Zaragoza a través de la Unidad de Coordinación de la Información y Atención al ciudadano.
Como explica el representante de este barrio, en cuyo área viven más de 35.000 personas, “a pesar de ser una de las zonas más consolidadas de Zaragoza, su inventario de arte público es bastante escaso, y el poco que había o ha desaparecido o ha costado décadas que se terminara, como ocurrió con el reloj de Sol del Parque de Oriente”, reconoce Andrés.
En busca de alternativas
“Este mural es una de las únicas obras de arte público, y de carácter social, existente en el barrio y sería deseable su conservación y mantenimiento”, reivindica el presidente de la asociación que, asegura, han llevado a cabo un estudio junto a Cristina Marín Chaves, petróloga experta en Ciencias del Patrimonio, el cual corrobora que las opciones son variadas: “Desde dejarlo como elemento decorativo en la propia zona ajardinada e incluirlo en este nuevo espacio a moverlo de lugar. Lo que sea, menos tirarlo”.
Por su parte, desde la Junta de Compensación de la parcela confirman que el derribo iba a producirse en las próximas semanas, sin embargo; aseguran que no tenían conocimiento de la existencia de esta obra y mucho menos, de su importancia para el barrio. Así lo explicaba Rafael García Aldaz, uno de sus miembros. “Desde luego que vamos a proceder a estudiar las alternativas”, afirma.
“Tenemos un acuerdo por el cual hay que derribarlo todo y dejar la zona limpia, pero no hay ningún problema por nuestra parte de respetar ese mural, estaríamos encantados con que se quedara. La mejor solución es quedar con los vecinos y la constructora para encontrar la mejor solución para todos”, explica Gustavo Pérez, presidente de la F52-1 a HERALDO.
