medio ambiente
¿Por qué hay tanta corteza de árboles desprendida en Zaragoza?
Los plátanos de sombra tienen una corteza escamosa y estos días, con el calor y las tormentas, se van ‘exfoliando’ con más rapidez.
En el paseo de la Constitución, en la plaza de San Pedro Nolasco, en el parque Grande o a lo largo de todo el Canal. Estos días proliferan los restos de cortezas de algunos árboles desperdigados sobre las aceras y más de un viandante se pregunta si es algo habitual, si los ejemplares están sanos o si no será cosa de las locas temperaturas combinando calor y tormentas…
Según explican los expertos, se trata de árboles que tienen las llamadas ‘cortezas escamosas’, entre los que destacan los plátanos de sombra tan presentes por todo Zaragoza. Este tipo de recubrimiento son "superposiciones de capas de tejido que van desprendiéndose en pequeñas placas redondeadas, lo que produce un efecto de manchas que recuerdan a las telas de camuflaje". Además de los plátanos de sombra hay otras especies arbóreas menos comunes a orillas del Ebro que también se ‘pelan’ de esta manera como son los eucaliptos, los cipreses o el llamado árbol de Júpiter.
Según cuentan los técnicos municipales de Medio Ambiente, "la exfoliación de la corteza en los plátanos de sombra es un proceso natural que ocurre a medida que el árbol crece y se desarrolla. Según la corteza exterior se expande y se endurece, la capa más antigua de corteza se vuelve seca, quebradiza y agrietada. Como resultado, la corteza vieja se desprende o se despega en grandes placas, dejando al descubierto una nueva corteza lisa y de color más claro debajo. Este proceso se da normalmente y no implica que el árbol tengan ningún problema fitosanitario”.
Esta muda de piel es habitual en verano -es una forma que tiene el árbol de procurar refrescarse- pero es cierto que este año se está produciendo de forma más abrupta acaso porque el calor ha llegado de sopetón, combinado -para más inri- con tormentas que no refrescan sino que incluso pueden dar más sensación de bochorno.
Es por esto que al natural desprenderse de las cortezas se suma el viento y la lluvia para desbaratarlas aún más y hacer que en el suelo, hasta que pasan los servicios de limpieza, haya una alfombra de pequeñas cortezas sobre las aceras o los parterres.
"La exfoliación de la corteza en los plátanos de sombra es una característica estética distintiva de estos árboles y puede agregar interés visual a su apariencia. Además, este proceso también ayuda al árbol a deshacerse de enfermedades, insectos, sustancias contaminantes y otros daños que puedan haber afectado a la salud del ejemplar", explican fuentes municipales. "Esta demostrado que este tipo de estrategias del plátano de sombra lo hace una de las especies mejor adaptadas al entorno urbanos de las ciudades", añaden.
Insisten los expertos en que se trata de un fenómeno natural y que no prejuzga que los ejemplares sufran alguna plaga de pulmón o algún otro problema como escasa densidad de raíces. "Generalmente para el mes de julio los plátanos de sombra se liberan de su armadura", se lee en los manuales de botánica, en los que dicen que la corteza de este árbol caducifolio y corpulento adquiere tonos verdes, grises y amarillos, "así como algo más castaños en los troncos viejos".
La forma de desprenderse en placas, un par de meses después de su etapa de polinización, hace que -efectivamente- las manchas irregulares se asemejen a un traje de camuflaje. "No son los únicos que emplean este recurso exfoliador. Hay más especies que mudan su corteza para permitir al tronco crecer y exhibir debajo la nueva piel, libre de parásitos", explica el ecologista Alberto Montañés, al tiempo que reitera que el cambio de corteza es "más común durante la primavera y el verano, cuando el crecimiento es más activo".
