Zaragoza
Desesperación entre los vecinos desalojados de un edificio en Zaragoza: "Está peor de lo que pensaban, ni siquiera podemos entrar"
Los inquilinos del número 17 de Mariano Gracia seguirán desalojados ante el mal estado del edificio.
Los vecinos del número 17 de la calle de Mariano Gracia, en el barrio del Arrabal, siguen “desesperados” y sin poder volver a sus casas. “El edificio está peor de lo que pensaban, nos han dicho que hasta dentro de tres o cuatro días no podremos ni siquiera entrar a coger nuestras cosas”, contaban este jueves.
Los 17 afectados, entre los que hay tres menores de edad, han pasado la noche repartidos en casas de amigos y familiares, hoteles y hostales de la capital. Habían sido citados a las 11.00 para ‘rescatar’ sus objetos personales, pero la inspección de los técnicos municipales ha obligado a cambiar de planes.
Los operarios llevan desde primera hora tratando de apuntalar el sótano y trabajando para cortar el agua y evitar nuevas fugas como la que desencadenó el desalojo. Por el momento, el exterior del edificio, en riesgo de “ruina inminente”, permanece vallado. “Estamos fatal. Llevamos toda la noche de los nervios y sin poder dormir. Nos han asegurado la habitación en el hotel hasta el domingo, pero ¿y después?”, se preguntaba Montserrat Marugán, inquilina del 1ºD.
Los hay que ni siquiera han podido cambiarse de ropa. “Hemos pasado la noche con lo puesto como hemos podido. Hemos venido al punto de la mañana para poder coger nuestras cosas, pero no nos han dejado entrar. Hoy ni he ido a trabajar para poder estar aquí”, contaba otro de los residentes.
Como él han sido varios los vecinos que se han acercado a los hasta seis agentes de la Policía Local que han acudido a la zona para pedirles poder entrar “a por lo básico”. “No entiendo que ayer se pudiera y hoy no”, lamentaba otro de ellos.
María Luisa Miranda ha sido la única que ha podido recuperar su dentadura y la medicación gracias a un bombero que ha subido unos segundos hasta su casa. “No sabemos qué va a pasar. Estamos sin dormir, muy mal”, reconocía esta anciana, que ha pasado la noche “en un hotel cerca del puente de Piedra”.
El mayor peligro sigue estando en el patio exterior
El sótano del edificio, de cinco alturas, llevaba ya “un tiempo” apuntalado, según han explicado los inquilinos, aunque el mayor peligro sigue estando en el patio exterior. Hasta la zona se ha desplazado también una trabajadora de Servicios Sociales, quien ha garantizado que todos podrán pasar esta próxima noche “en el mismo sitio que la anterior”, a excepción de una familia, que será reubicada en otro alojamiento para mejorar sus condiciones. Una vez pasadas estas primeras horas se activará el protocolo de siniestros de emergencia habitacional del Ayuntamiento. Existe, no obstante, un problema, ya que para acceder a un alojamiento a más largo plazo se necesita que los afectados tengan contrato y estén empadronados, un requisito que no cumplirían todos ellos.
“Yo sí tengo contrato, pero está dentro”, decía un vecino del 1º al que ayer no se pudo localizar. Según ha explicado, al salir de trabajar e ir a casa se enteró de golpe de lo sucedido. “He pasado la noche en el albergue”, apuntaba preocupado por dónde dormirá a partir de ahora su hijo, que no consta como empadronado.
También hay intranquilidad entre los vecinos del número 15, que no saben si el deterioro del número 17 terminará afectándoles. “Hemos hablado con los trabajadores, pero por ahora son muy ambiguos. No se atreven a asegurarnos nada”, comentaba uno de ellos.
