Unos 600 evacuados por el incendio en Ateca han utilizado los alojamientos de Calatayud y Nuévalos 

El Gobierno aragonés informará a los ayuntamientos de cómo tienen que emitir las facturas con los gastos generados. Los gestos de solidaridad han sido continuos.

Sesenta voluntarios de Cruz Roja cubrían por turnos cada día las 24 horas.
Sesenta voluntarios de Cruz Roja cubrían por turnos cada día las 24 horas.
Ayuntamiento de Zaragoza

A los vecinos desalojados por el incendio de Ateca no les ha faltado prácticamente de nada durante los dos días en los que han vivido algunos de los momentos más duros de su vida fuera de su hogar y de sus pueblos. Unos 600 evacuados han pernoctado en los alojamientos de Calatayud y Nuévalos, tanto en los pabellones preparados con camas y literas como en hoteles y albergues, en los que han dormido sobre todo personas mayores y familias con hijos. En el recinto ferial bilbilitano y cuatro establecimientos hoteleros de la localidad pernoctaron unas 400 personas, mientras en la población del Monasterio de Piedra lo hicieron otras 200.

¿Quién va a asumir los gastos que ha supuesto esta acogida? "Desde el primer momento todo el pueblo se volcó. Ante una tragedia como esta nadie piensa lo que va a costar atender a los afectados", contesta el alcalde de Nuévalos, Manuel Peiró. Una opinión que comparte el teniente alcalde de Calatayud, José Manuel Gimeno. "De momento no se ha pagado nada, ante una catástrofe de este calado hay que reaccionar al momento y no escatimar. Creo que es lo que se ha hecho".

Desde el Gobierno aragonés sí se les ha trasladado que en los próximos días se les informará de cómo tienen que emitir las facturas. Los ayuntamientos no han hecho todavía un cálculo económico de lo que puede suponer. "Si, como parece, hay una declaración de zona catastrófica (ahora conocida como zona especialmente afectada por una emergencia de protección civil) puede ser una vía de financiación, pero es algo que aún está por ver", apuntó Gimeno.

Las plazas disponibles en los hoteles, hostales y las casas rurales de las viviendas de Nuévalos sirvieron la fatídica noche del martes, en la que la cercanía y la fuerza de las llamas hicieron saltar todas las alarmas, para acoger a vecinos de Alhama de Aragón y turistas de los dos balnearios.

"Todo el pueblo se volcó desde el primer momento. En cuanto nos comunicaron que venía gente los vecinos empezaron a facilitarnos colchones, mantas, sillas, todo lo que se pudiera necesitar. En el pabellón solo se quedó a dormir la gente más joven. Luego cada alojamiento puso a nuestra disposición las habitaciones que tenían libres", recordó el regidor orgulloso de la reacción de sus convecinos. "El Ayuntamiento nos encargamos de coordinar la atención a las personas que trasladaban, pero sin la ayuda de todos hubiera sido imposible", destacó el regidor.

Tras esta primera noche, el miércoles Cruz Roja montó en las instalaciones 26 camas de campaña. "El jueves ya quedó menos gente porque muchos de los clientes de los balnearios que tenían sus equipajes o que subieron a recogerlos con un permiso especial de la Guardia Civil decidieron marcharse bien con sus vehículos cuando abrió la autovía o en el AVE", relató Peiró. Aún así, cuando la tarde del jueves se permitió volver a los pueblos evacuados aún hubo cinco parejas que regresaron a seguir tomando las aguas tal y como habían planeado antes de que el fuego truncara su plan de vacaciones.

El teniente alcalde de Calatayud también subrayó los "continuos" gestos de solidaridad. La Asociación de Hosteleros de Calatayud donó las 300 raciones de paella que se sirvieron el miércoles y la junta local de la Asociación Española contra el Cáncer acudió también en los primeros momentos. "Es imposible mencionar a todo el mundo que ha echado una mano de forma altruista y que nos ha hecho aportaciones de bebidas y alimentos", subrayó Gimeno.

Hasta 360 camas instaladas

De la dimensión de los dispositivos que se pusieron en marcha a contrarreloj, de hecho el de Nuévalos no estaba ni previsto inicialmente, dan idea las cifras globales que maneja Cruz Roja Calatayud. Hasta un total de 260 camas o literas se llegaron a instalar entre esta entidad y la Academia de Logística: 274 en el recinto ferial de la capital de la comarca, 60 más en el polideportivo (donde estuvieron los chicos del centro de menores y sus tutores que también fueron evacuados) y otras 26 en Nuévalos.

Cruz Roja movilizó a 60 de sus voluntarios que en tres turnos cubrían las 24 horas. Dentro del mismo recinto ferial contaba contó con un puesto de atención continuada con cuatro sanitarios, una ambulancia de soporte vital básico y tres vehículos. "Sobre todo hemos hecho los traslados que nos han pedido, como los usuarios de Villarroya de la Sierra, y acompañamientos a los centros de salud a por mediación. No hemos tenido ninguna urgencia, a excepción del ataque de ansiedad que sufrió una persona que se olvidó su medicación", resumió Luis Miguel Maluenda, presidente de la asamblea local de la entidad en Calatayud.

Si los pabellones se transformaron en hogares temporales en un tiempo récord, su desmontaje también fue rápido. En Calatayud, la única huella de lo vivido eran las 200 literas de la Academia de Logística. La localidad ha suspendido el festival folclórico de jotas previsto para este sábado.

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