EFEMÉRIDE

Así fueron los inicios del hospital más antiguo de Aragón

En el Hospital Nuestra Señora de Gracia, donde tal día como hoy en 1786 se abrió una sala con capacidad para cien camas, se halla la segunda farmacia con más solera de España.

Interior del Hospital Provincial de Zaragoza.
Interior del Hospital Provincial de Zaragoza.
C.Moncín

Es uno de esos lugares en los que parece que el tiempo se ha detenido. Hablamos del Hospital de Nuestra Señora de Gracia, cuyos orígenes como institución se remontan al siglo XV. Zaragoza era entonces un lugar de paso de muchos pobres y enfermos, de ahí la necesidad que crear un gran hospital, por ello Alfonso V compró en 1425 el terreno para un edificio benéfico.

“Todos los pobres enfermos así como mujeres de cualquier nación que sean, que vinieren a esta Santa Casa, y las mujeres pobres que estuvieren cercanas al parto, tiñosos y locos, sean todos bien recibidos para curarlos y regirlos con mucha caridad y piedad”. Esta filosofía de servicio -extraída de la tesis doctoral de Asunción Fernández sobre el Hospital Real y General de Nuestra Señora de Gracia de Zaragoza-era la razón de ser del Hospital Provincial, que en tiempos se ubicaba en la Plaza de España, donde hoy se encuentra el Banco de España. Entre sus instalaciones, contaba con un jardín botánico, donde se cultivaban plantas medicinales y se hacía trabajar a los dementes, y hasta un teatro con 1.900 localidades. En el siglo XVIII llegó a ser considerado el mejor hospital del mundo en el tratamiento de la demencia. El Vaticano le concedió, entonces, el Unicornio de Oro, un premio que reconocía el tratamiento que se daba a los enfermos. El Provincial contaba ya con nueve salas de cirugía y atravesaba una etapa brillante, que alcanzó su eclosión con la llegada de la Madre Rafols, que junto a otras religiosas atendía a los enfermos con total entrega. Pero en 1808 llegaron los bombardeos de Los Sitios y los franceses destruyeron sus instalaciones. Los más de 1.200 enfermos que estaban alojados aquel 4 de agosto fueron evacuados a otros lugares. Al terminar Los Sitios, había solo tres médicos colegiados, tres cirujanos y dos médicos de guardia.

Varias médicos y una monja enfermera junto a un niño posiblemente aquejado de paperas.
Varias médicos y una monja enfermera junto a un niño posiblemente aquejado de paperas.
M.Chivite/Archivo Heraldo

El Hospital de Convalecientes, fundado en 1777 con el arzobispo Diego Castrillo, acogió a los evacuados. Los desalojados de Convalecientes fueron instalados en el Hospital de Peregrinos de la plaza del Carmen. En el de Convalecientes fueron realizadas obras de adaptación y ampliación para convertirlo en el antecedente del actual Hospital Provincial, ubicado entre el edificio Pignatelli y la avenida de César Augusto.

Con el paso de los años se han ido ampliando sus instalaciones -tal día como hoy en 1786 se abrió una sala con capacidad para cien camas costeada por el arzobispo Lezo y Palomeque- pero siempre respetando la parte histórica del que es el segundo hospital más antiguo de España, después del de San Pablo de Barcelona, y que alberga auténticos tesoros. Entre ellos destaca su farmacia, auténtica joya del patrimonio que en 1885 fue pionera en la lucha contra la pandemia del cólera. Con más de 2.300 piezas catalogadas, ha sido objeto de varias tesis doctorales. Existe, incluso, un proyecto de creación del Museo de la Farmacia aunque parece atascado a la espera de que pasen las sucesivas crisis sanitarias y económicas.

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