"La Policía nos dice que está prohibido, pero nos da igual"

Llega al parque del Agua solo y aguarda a sus amigos. Tras una hora de espera, al ver que estos no acuden, decide lanzarse solo. Este menor de edad, que prefiere no facilitar su identidad, hace tiempo que se tira desde seis metros de altura a la balsa del canal de aguas bravas. "Sé que está prohibido bañarse aquí, la Policía nos lo ha dicho muchas veces, pero nos da igual", dice. Según apuntan fuentes del cuerpo municipal, la patrulla de la Margen Izquierda que habitualmente transita por el parque del Agua ha multado varias veces a alguno de estos jóvenes, que se exponen a sanciones de entre 251 y 500 euros –no por los saltos, sino por el baño en un lugar prohibido–.

Este joven que ayer se animó a saltar desde esta barandilla del canal de aguas bravas confirma que se trata de una práctica habitual. "Se hace de todo, porque hay algunos, los que mejor saltan, que dan volteretas en el aire. Lo hacen para lucirse", señala. Este menor de edad asegura que cuando llegan niños pequeños les dicen que no salten "porque se pueden hacer mal", pero que a ellos eso les da "igual". Además del gusto por el riesgo, comenta que saltan al agua para refrescarse.

Desde la Policía Local admitían ayer que conocen perfectamente este fenómeno, y que en varias ocasiones se ha multado a los jóvenes que lo practican. La ordenanza municipal sobre el uso de zonas verdes prohíbe el baño en "fuentes decorativas, estanques o similares". Se considera como una infracción grave, con una posible sanción que de los 251 a los 500 euros.

Los saltos desde este punto del parque del Agua se producen desde hace años, pero esta temporada, con el inicio del buen tiempo, han proliferado en parte porque las instalaciones municipales se encuentran cerradas. La empresa concesionaria renunció a seguir prestando el servicio por las importantes pérdidas que le estaba generando, y el Ayuntamiento ha encargado un estudio para ver si las instalaciones pueden ser rentables.