Nueve de cada diez víctimas mortales de los accidentes de tráfico que se producen en Zaragoza son peatones o motoristas. Durante el año pasado, en la capital aragonesa se produjeron 3.316 siniestros que dejaron un total de 1.115 víctimas: 985 leves, 122 graves y ocho fallecidos, de los cuales solo uno viajaba en un turismo. El resto eran conductores de ciclomotres (3) y motocicletas (2) o peatones (2), los colectivos que han demostrado ser más vulnerables de todos los que comparten la vía pública, al menos en lo que a número de víctimas mortales se refiere.

“Por cuestiones de probabilidad hay más accidentes de turismos que de cualquier otro tipo de vehículo, pero en estos casos la mayor protección con la que cuentan y la velocidad a la que circulan en ciudad hace que la mayoría se salden sin heridos o con lesionados leves”, asegura el portavoz de Stop Accidentes en Aragón, Miguel Ángel Bernal. De hecho, el 60% de los accidentes que ocurrieron el año pasado en Zaragoza (1.988) fueron colisiones, mientras que solo un 10% de los casos se trataron de atropellos, según la memoria anual de la Policía Local.

Sin embargo, la realidad es que los peatones fallecidos representan casi la mitad del total de víctimas mortales, mientras que los conductores de turismos solo uno de cada diez. “En el caso de los peatones y los motoristas ocurre lo contrario, ya que cualquier accidente puede tener unas consecuencias mucho mayores. No hay que olvidar que la protección con la que cuentan es mínima; su único chasis es su propio cuerpo”, dice el portavoz de esta entidad.

Además, la incorporación de nuevos medios de transporte y el aumento de otros han variado el ecosistema de la capital aragonesa. “En los últimos años se han multiplicado las motos y las bicicletas, y también han aparecido nuevos elementos, como el tranvía, con los que hay que aprender a convivir para evitar accidentes”, explica Bernal. En el caso de los ciclistas, el número de accidentes ha aumentado como consecuencia lógica del incremento exponencial de los usuarios de este medio de transporte, aunque las víctimas mortales son escasas. El año pasado se registraron en Zaragoza 226 accidentes con bicicletas implicadas, el doble que en 2008, cuando se produjeron 116, aunque no se hubo ninguna víctima mortal. Sin embargo, durante los últimos cinco años han muerto dos ciclistas, ambos en 2010.

Más de 500 accidentes de motos

Peor suerte suelen correr los motoristas, que protagonizan más del doble de accidentes que las bicicletas, aunque también es cierto que su presencia en la ciudad es mucho mayor. Solo el año pasado se produjeron 366 siniestros de motocicletas y 191 de ciclomotores, que se saldaron con 205 heridos –260 leves y 41 graves- y cinco fallecidos, más de la mitad de todas las muertes por accidentes registradas en Zaragoza.

“Es cierto que los motoristas son más vulnerables que los turismos y hay que tener especial cuidado con ellos, pero también es necesario que ellos mismos sean conscientes del peligro que corren y se conviertan en los primeros en respetar las normas de forma estricta”, reclama el portavoz de Stop Accidentes, quien considera que en muchas ocasiones arriesgan más de la cuenta: “Es habitual ver a gente circulando a mayor velocidad de la permitida o a motos haciendo zigzag entre los coches para ganar unos metros en un semáforo. Son comportamientos que hay que erradicar”.

La mitad de las víctimas son peatones

Mientras los turismos apenas representan el 10% de las víctimas mortales por accidentes en Zaragoza y los motoristas alcanzan un significativo 37%, los peatones son los más afectados por los siniestros mortales. Casi la mitad de las personas que han fallecido durante el último lustro en la capital aragonesa eran viandantes: 25 peatones fallecidos de un total de 51 víctimas.

Según los datos de la Policía Local, en el 44% de los atropellos que se produjeron el año pasado en Zaragoza (324) la responsabilidad fue del peatón, bien porque cruzó fuera de un paso (27%) o porque lo hizo por un lugar regulado con el semáforo en rojo. En el resto de los casos (56%), el peatón cruzaba la calle por el sitio adecuado o fue atropellado en la acera por un vehículo que se salió de la calzada.