Un hombre fue detenido en la madrugada del miércoles por agredir a su exmujer en el momento de entrega de sus hijos, en el barrio de Las Fuentes. Otro fue detenido el martes por insultar y agredir a su pareja. Estas detenciones se han conocido a las pocas horas del asesinato de una mujer en Zaragoza, Alexandra Rodica, apuñalada por su exmarido en la puerta del punto de encuentro familiar al que acudió para dejar a su hijo.

Tras la publicación de sucesos tan dramáticos como la muerte de Alexandra, vuelve el debate sobre el posible efecto llamada de estos casos. Algunos expertos señalan que se produce un aumento de la violencia machista en días posteriores, mientras que otros lo dudan. Las "sensaciones" de varios abogados y expertos consultados por Heraldo.es son que sí hay un efecto llamada de los casos mediáticos, aunque no hay datos claros que corroboren esta opinión.

"Creo que sí hay un efecto llamada. Es un tema en el que coincidimos en diversos foros de abogados y policías. Cuando se conoce la muerte de una mujer por violencia de género esto afecta a agresores y víctimas. En algunos casos aumentan las amenazas y la violencia. Hay víctimas que nos han contado que el agresor tras ver una noticia de este tipo les dijo: 'Esto es lo que voy a hacer contigo'. Aunque luego en las estadísticas no apreciamos especial incidencia. El número de denuncias y muertes suele ser parecido todos los meses del año", afirma Antonio Muñoz, coordinador del Servicio de Atención a la Mujer en el Colegio de Abogados de Zaragoza y miembro de la subcomisión de Violencia de Género del Consejo General de la Abogacía Española.

En los últimos ocho meses, cuatro mujeres han sido asesinadas en Aragón por sus parejas o exparejas. En este año, han aumentado las llamadas a los servicios de atención telefónica para las víctimas (900 504 405 y 016), pero han disminuido las denuncias, según datos del Observatorio para la Violencia de Género y del Tribunal Superior de Justicia de Aragón.

Como muestra, el número de llamadas al 016 en Aragón ha sido bastante estable en los últimos meses: 140 en mayo, 132 en abril, 141 en marzo, 115 en febrero y 183 en enero, según datos del Observatorio.Cogió la idea de una noticia en la prensa

Una investigación realizada por la periodista Irene Lapuerta para la Universidad de Zaragoza concluye que sí puede existir un efecto llamada. La periodista ha analizado 73 noticias sobre muertes por violencia de género durante 2015 y 2016 en España, y señala que se suelen producir en días próximos.

"La exposición de la sociedad a este tipo de sucesos en los medios de comunicación contribuye a la aparición del efecto mimético. Esto se explica en el surgimiento de conductas imitativas desarrolladas en individuos que asocian los sucesos que perciben con situaciones personales similares", recogen las conclusiones del trabajo.

En 2013, un hombre mató y descuartizó a su pareja en su piso en el barrio de las Fuentes. El agresor, Vicente Sada, confesó a la Guardia Civil que decidió descuartizar a su esposa tras leer en la prensa la noticia de que otro hombre había sido detenido acusado de descuartizar a su mujer en Ricla.

El coordinador del Servicio de Atención a la Mujer el Colegio de Abogados de Zaragoza destaca la importancia de los medios de comunicación para sensibilizar sobre la violencia de género. "Que estas noticias salgan en los medios ayuda a visibilizar el problema y anima a las víctimas a denunciar. Sería un error ocultar estos temas. Hay que dar un tratamiento adecuado e informar sobre los recursos para las víctimas", afirma Antonio Muñoz."No hay efecto llamada, hay machismo"

La coordinadora de Organizaciones Feministas de Zaragoza insiste en que la violencia de género es "un problema estructural de nuestra sociedad machista". "No hay un efecto llamada por un suceso concreto, lo que hay es un machismo de base. Se empieza desde la base con micromachismos, violencia económica, dependencia... y en la cúspide están los asesinatos", afirma Paloma Lafuente, portavoz de la coordinadora.

La coordinadora critica que fallan las medidas de protección. Los maltratadores se sienten impunes y las mujeres no se sienten protegidas. Alexandra había dado todos los pasos: había denunciado, había pedido ayuda, había vivido en una casa de acogida, se fue de Zaragoza. Volvió para cumplir con el régimen de visitas de su hijo. Su caso demuestra que el sistema de protección no funciona", afirma Paloma Lafuente, portavoz de la coordinadora.