Un vecino de Teruel, Makan D., de 42 años de edad y originario de Mali, se enfrenta a una petición de condena de 10 años de prisión al haber sido acusado de haber agredido sexualmente a su compañera de piso, de 30 años de edad. 

Los hechos habrían ocurrido la tarde del 7 de junio de 2023 en la vivienda que ambos compartían desde hacía unos meses en la calle Ripalda de la capital turolense. En el juicio celebrado este martes en la Audiencia Provincial de Teruel por esta causa y que ha quedado visto para sentencia, la víctima ha relatado que Makan la cogió por el pelo y por los hombros con gran agresividad y la arrojó sobre una cama para después violarla.

El acusado ha negado haber agredido sexualmente a la joven y ha afirmado que había mantenido relaciones con ella hacía  un mes y que entre ellos había discusiones por el pago de las facturas de gas y electricidad.

Restos biológicos

Los informes realizados a partir de la inspección que llevó a cabo la Policía en el piso y de la revisión médica practicada a la víctima poco después de presentar la denuncia, señalan que tanto en el cuerpo de la joven como en su ropa y en la colcha de la cama existían restos biológicos de Makan. 

Estos datos, unidos a la declaración de la víctima, que ha sido invariable en las tres ocasiones en que ha testificado, según ha sostenido el fiscal, han llevado este a solicitar que Makán sea condenado a ocho años de prisión. La acusación particular, representada por la abogada Carmen Julián, se ha adherido a los argumentos de la Fiscalía, si bien eleva a 10 años de cárcel la condena solicitada para el procesado.

Por su parte, la letrada que ha defendido a Makan, Concha Lasarte, ha pedido para este la libre absolución por entender que el relato de la joven ofrece variaciones en cuanto a la agresividad de su representado, lo que le restaría validez. Ha afirmado, además, que había un ánimo de venganza en la denuncia formulada por la víctima y ello debido a los problemas de convivencia entre ambos por el pago de facturas relativas a los gastos de consumo del piso. 

Lasarte ha solicitado al tribunal que, si finalmente decide condenar a su cliente, le imponga la pena mínima por el delito, seis años de prisión, y esta le sea conmutada por la expulsión de España.

El juicio se ha celebrado con la ayuda de un traductor de bámbara, el idioma que conoce Makan. El intérprete, que vive en Sevilla, ha estado presente por videoconferencia.