¿Por qué se llama así el Puente de la Equivocación de Teruel?

Aunque oficialmente se llama Puente de los Franciscanos, fue rebautizado popularmente el mismo año de su construcción. Y la alcaldesa cree que también debería llamarse "de la maldición".    

Apertura del puente de la equivocación en Teruel, después de las obras
Apertura del puente de la equivocación en Teruel, después de las obras
Javier Escriche

El Puente de la Equivocación de Teruel, oficialmente denominado Puente de los Franciscanos, ha sido reabierto al tráfico este martes después de permanecer durante casi un año cerrado por las obras. Se trata de una infraestructura que ha sufrido tantos contratiempos, que la propia alcaldesa de Teruel, Emma Buj, considera que también habría que llamarlo puente "de la maldición" a este importante acceso a la ciudad. 

Pero, ¿por qué motivo ha pasado a ser conocido como Puente de la Equivocación? La denominación oficial dejó de utilizarse poco después de construirse y acabó imponiéndose el nombre con el  que lo bautizaron los turolenses cuando en el año de su construcción, 1954, un error de cálculo obligó a modificar sus medidas para que pudiera pasar por debajo el tren.   

Pero después ha sumado contratiempos. Su deterioro, con cuantiosos baches en el pavimento,  hacía necesario rehabilitarlo, pero tuvo que salir a licitación tres veces antes de que la obra fuera iniciada. Esto fue en 2019, y desde que se iniciaron las obras no fue posible reabrir el puente hasta este martes, 26 de marzo.  

La demora en su reapertura se debe, además de a su deterioro, a que ha sido necesario abrir un acceso peatonal al barrio de Jorgito.

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