La Caja Rural de Teruel tuvo  en 2023 un beneficio de 10 millones de euros antes de impuestos, una cantidad que supone un incremento del 61% respecto a 2022. Las cuentas del pasado ejercicio han sido aprobadas en el consejo rector de la entidad crediticia celebrado este martes en la capital turolense. Las cifras de la entidad turolense siguen los pasos de otras cajas y bancos que han mejorado notablemente sus resultados en 2023 en un contexto de tipos de interés al alza.

La caja señala en un comunicado de prensa que durante 2023 incrementó la cuantía de los prestamos hipotecarios destinados a la adquisición de viviendas en un 24%. El importe concedido en nuevas operaciones de inversión crediticia creció un 18%, un porcentaje que, según Caja Rural de Teruel, "es el fiel reflejo del compromiso de la entidad con el tejido empresarial".

La Caja mejoró su ratio de solvencia en un 22% "cumpliendo de manera holgada con los requerimientos del regulador".

La cooperativa de crédito turolense destaca también que la tasa de morosidad se redujo el año pasado en un 21% respecto a 2022, lo que da continuidad a "la tendencia positiva iniciada en el ejercicio de 2019".

Los recursos gestionados por la entidad también crecieron en un 7%, con un aumento de los fondos de inversión del 9% y del 1% para los recursos "dentro de balance", lo que incluye cuentas corrientes, libretas de ahorro y plazos fijos.

El comunicado resalta el "liderazgo" de la Caja Rural de Teruel en las pólizas de Agroseguro y un incremento de los ingresos del 9% en el negocio de seguros.

El incremento de los beneficios eleva la cantidad destinada al Fondo de Educación y Promoción -destinado a colaborar con asociaciones culturales, deportivas y educativas así como con oenegés- hasta los 624.000 euros, un 39% superior a los 450.000 euros de 2022. En los últimos cuatro años los fondos destinados a este capítulo ascenderán a 1,5 millones de euros. 

La cooperativa de crédito recalca su compromiso con el medio rural y con la "inclusión bancaria" al mantener abiertas 74 sucursales, de las que 68 están en la provincia y las otras seis se reparten entre Zaragoza, Tarragona y Castellón. Sesenta de las oficinas están en localidades de menos de 5.000 habitantes y 42 en municipios de menos de 1.000 residentes. 

La Caja cerró 2023 con una plantilla de 206 trabajadores, un 2,5% más que en 2022.

Señala, entre los servicios creados a lo largo de 2023, a la oficina Agro Rural, que, entre otras labores, colabora con los agricultores en la gestión de la Política Agracia Común (PAC). También puso en marcha su Oficina Digital y un servicio de comunicación para sus clientes a través de Whatsapp. 

Concluye el comunicado destacando que la aplicación del primer año del plan estratégico 2023-2025 permite "cumplir con el objetivo propuesto"-.