Sanidad

Un plan para rescatar del olvido a figuras de la medicina aragonesa

Fidel Pagés, Andrés Martínez Vargas y Jerónimo Soriano deberían dar nombre a los hospitales de Aragón. Así lo piensa el pediatra e historiador de la medicina Miguel Labay.

Miguel Labay, con parte de la documentación que maneja en sus trabajos de investigación.
Miguel Labay, con parte de la documentación que maneja en sus trabajos de investigación.
H. A.

Un pediatra turolense, Miguel Labay, se ha propuesto situar en el lugar histórico que merecen a los médicos aragoneses Fidel Pagés, Andrés Martínez Vargas y Jerónimo Soriano. El primero de ellos, nacido en Huesca en 1886 y fallecido en accidente de tráfico a los 37 años, fue un cirujano militar que inventó la anestesia epidural. El segundo, natural de Barbastro (Huesca) que vivió a caballo entre los siglos XIX y XX, fue el impulsor de la moderna pediatría española, mientras que el tercero, nacido en Teruel hacia 1560, fue el fundador de la pediatría como especialidad médica y creó el primer hospital infantil del mundo.

Labay sostiene que la labor pionera de estas tres figuras aragonesas no ha logrado un reconocimiento justo en la tierra que los vio nacer y se ha puesto manos a la obra para cambiar la situación. Y advierte: en el caso de Martínez Vargas, un profesor noruego, Stefan Kutzsche, está a punto de publicar en una de las más prestigiosas revistas de pediatría del mundo un artículo que elogia la labor del barbastrense, dando un "tirón de orejas" a los aragoneses.

Apasionado por la historia de la medicina, el pediatra turolense reclama que en cada quirófano y paritorio de la Comunidad autónoma figure una placa con el nombre de Fidel Pagés, habida cuenta de la trascendencia que la anestesia epidural ha tenido en la cirugía y en los partos. Estima que también debería dedicarse a él la nueva Facultad de Medicina de Huesca. Asimismo, defiende que Andrés Martínez Vargas dé nombre al hospital de Barbastro y que el futuro centro hospitalario que se levanta en Teruel se bautice como ‘Jerónimo Soriano’. Labay, que ha investigado sobre la vida y el trabajo de los tres talentos de la medicina aragonesa, ha empezado a difundir en revistas especializadas sus últimos artículos en torno a Pagés, Martínez Vargas y Soriano y ha iniciado contactos con directores de hospitales para que sus propuestas se hagan realidad.

No solo eso, también transmite sus conocimientos en torno a la labor de los tres médicos a los padres y madres que llegan con sus hijos a su consulta de pediatría en Teruel. "Pese a la importancia de sus descubrimientos para la salud, muy pocas personas saben quiénes fueron Pagés, Martínez Vargas y Soriano", lamenta.

Son muy escasos los datos que existen sobre Pagés. Atendió en el Norte de África a los militares españoles en guerra con las tribus árabes de la zona. Aplicando la anestesia epidural, salvó de la muerte a muchos de ellos a los que ningún otro cirujano quería intervenir para no asumir riesgos. Entre los méritos de Martínez Vargas destaca la introducción de la enseñanza de la higiene infantil en las Escuelas y Ateneos Obreros, mientras que Jerónimo Soriano escribió el primer tratado de pediatría en lengua española, donde aporta ideas propias, revolucionarias para la época, para curar a los niños, siempre con los métodos menos agresivos para ellos.

"A Aragón le falta creer en sí mismo, en sus protagonistas y en sus genios, pero yo, por mi parte, no pararé hasta que Pagés, Martínez Vargas y Soriano tengan el reconocimiento que merecen", afirma Labay.

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