patrimonio
El castillo de San Agustín y una masía fortificada de Castellote salen a la venta a precio de saldo
La fortaleza en ruinas se ofrece por 200.000 euros y la torre defensiva, en relativo buen estado, por 15.000.
Dos fortificaciones medievales de la provincia se pueden comprar actualmente a buen precio. El castillo de Pradas de San Agustín, del siglo XIII, está a la venta por 200.000 euros y la masía fortificada de la Capellanía de Castellote, del siglo XIV, por 15.000. La falta de mantenimiento de ambos edificios, catalogados como bien de interés cultural (BIC), los ha convertido en ruinas o amenaza con arruinarlos.
Los importes de venta son propios "de saldos", como explica el arqueólogo Javier Ibáñez, expertos en castillos y en masías fortificadas. Ibáñez señala que al tratarse de BIC cualquier intervención en ambos monumentos deberá contar con la aprobación previa de la Comisión Provincial del Patrimonio Cultural para preservar su valor monumental. El coste de rehabilitar los dos edificios superará, con mucho, al de adquisición, admite Ibáñez.
El castillo de Pradas está en venta en una web inmobiliaria, pero el Ayuntamiento no arroja la toalla para adquirirlo con el objetivo de garantizar su conservación y, si es posible, afrontar la restauración. El alcalde, Daniel Riera, reconoce que el Consistorio "no puede llegar" al precio que plantea la propiedad. Ha mantenido contactos con las dueñas de la fortificación medieval para intentar acordar la compra, sin resultado.
El anuncio de venta resalta que se trata de un "edificio singular y único" y que "es un inmueble con historia, ubicado en un enclave en forma de loma con unas vistas privilegiadas, idóneo para su reconstrucción y uso como casa de veraneo y descanso". Los restos de la fortificación incluyen una torre de planta cuadrada y abundantes restos de murallas. La finca ofertada ocupa 931 metros cuadrados y la web advierte de que se trata de un inmueble "a reformar".
A las tres semanas de aparecer la masía fortificada de la Capellanía en un conocido portal inmobiliario, el propietario ha recibido tres respuestas prometedoras de compra en medio de una "avalancha" de contactos de interesados. La torre medieval, con la estructura relativamente bien conservada, fue construida con mampostería, salvo las esquinas y los vanos, que son de sillería. La venta incluye también los antiguos corrales de ganado adosados al monumento. Entre sus ventajas, destaca la fácil accesibilidad al estar situada al pie de la carretera que comunica Molinos con Castellote. El anuncio precisa que la superficie ofertada es de 330 metros cuadrados y que la construcción está "para reformar".
El propietario, Jorge Esteban, vende el inmueble después de 70 años de titularidad familiar, desde que lo compró su abuelo. La cubierta del monumental edificio "corre peligro" de derrumbe y Esteban reconoce que no puede asumir el coste de la rehabilitación. Afirma que, a la hora de vender, dará "prioridad" a las ofertas que tengan previsto reconvertir la masía en un negocio turístico que pueda contribuir a dinamizar la economía local.
Javier Ibáñez destaca el valor del conjunto arquitectónico en torno de la torre, que incluye también una ermita de sillería –no incluida en la oferta de venta– y otras construcciones. Recuerda que su nivel de protección es "máximo" como BIC –figura en el listado de masías fortificadas de la provincia con esta catalogación–.
El arqueólogo apunta que, aunque el precio de venta del castillo de Pradas y de la torre de la Capellanía es bajo, la inversión precisa "no responde tanto a la adquisición como a la rehabilitación".
