Mazaleón continúa sin agua potable y ya son ocho los días consecutivos en los que los 480 vecinos, que residen habitualmente en el municipio, no pueden consumir agua del grifo. Esto ocurre por la presencia en el agua analizada de la bacteria Clostridium, que causa dolor estomacal y problemas intestinales.

Esta bacteria es la segunda vez que se detecta en el agua de Mazaleón en menos de un mes, pues ya se encontró a mediados de agosto. En ese caso no se alargó tanto y el uso de agua de boca se recuperó en cinco días tras aplicar un tratamiento de hipercloración al que se está recurriendo de nuevo, según ha informado la alcaldesa, Rosa María Orona.

La edil ha señalado que estos últimos días han trabajado en "la limpieza de los tres depósitos" que captan el agua para Mazaleón. "Cuando se han limpiado nos han dicho que apenas tenían suciedad de ningún tipo", ha aclarado.

Una de las causas que apuntaron cuando la bacteria apareció en agosto era el bajo caudal del río Matarraña en Mazaleón, pero la alcaldesa ha señalado que ahora la cantidad de agua ha subido y ha vuelto a ocurrir. "El mes pasado se hablaba de que el caudal era bajo, con las lluvias el río ha crecido y continúa saliendo", ha aclarado. A su vez, Orona ha añadido que se desconoce en que punto del transcurso del agua está la bacteria y que "el calor" podría también afectar.

Del suministro se ha encargado el Ayuntamiento a través del reparto de garrafas diario y el primero de los días contabilizaron que se repartieron cerca de "2.000 litros". 

Desde que Clostridium se detectó en agosto los análisis se han intensificado y se realizan con frecuencia semanal. "Antes el agua se analizaba dos veces al año y ahora se ha pasado a hacerlo cada semana", ha indicado Orona.

Lledó recupera el agua de boca

Lledó ha vuelto a disponer de agua potable tras el incidente por la gran cantidad de lluvias acumuladas el pasado fin de semana. El temporal que azotó la zona provocó que el caudal del río que suministra al municipio se enturbiara y que el agua dejase de ser apta para el consumo humano.

Después de casi cinco días en los que los análisis -realizados con frecuencia diaria- mostraban que la calidad del agua no era adecuada, al fin los resultados arrojaron que la turbidez había desaparecido y los cerca de 170 vecinos podían volver a beberla. "En cuanto vimos que el análisis era favorable comenzamos a dejar subir el agua del río de nuevo", ha explicado la alguacil de Lledó.

Los bomberos de la DPT se encargaron durante ese tiempo del suministro y se estima que solo el domingo llevaron 36.000 litros. "El suceso nos cogió en fiestas y entonces había más gente y los bomberos había días que hacían tres viajes y otros hasta cinco", ha asegurado la alguacil.

La turbidez registrada en el agua no es la primera vez que ocurre, según han informado desde el Ayuntamiento. A su vez, han añadido que el "depósito es pequeño" y cuando se acumulan muchas precipitaciones en poco tiempo el agua enseguida vuelve a bajar "sucia".