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Víctimas del derrumbe en Teruel: ¿Y en seis meses qué pasará con nosotros?"

La incertidumbre invade a quienes perdieron su casa en el derrumbe de la calle San Francisco, muchos de ellos sin recursos para pagar un alquiler cuando cese la ayuda municipal

Vecinos del edificio derrumbado en Teruel junto a los escombros_2. Foto Antonio Garcia Bykofoto 14 07 23[[[FOTOGRAFOS]]]
Un grupo de vecinos, junto a los escombros de su edificio un mes después del derrumbe
Antonio García/Bykofoto 

Un mes después de que se hundiera el Edificio Amantes de la calle San Francisco de Teruel, la pesadilla continúa para las 21 familias que perdieron sus pisos, especialmente las 16 que tenían allí su hogar. Todas han sido realojadas en casas de alquiler con ayuda del Ayuntamiento, que asume el coste durante seis meses, pero ¿qué pasará a partir de enero de 2024?

Con la hipoteca del piso siniestrado aún pendiente o recién terminada de pagar, con pensiones de jubilación y salarios en algunos casos muy bajos, muchos de los afectados confiesan que no están en las mejores condiciones de asumir por sí solos un alquiler, de la misma manera que les resulta "impensable" comprarse un piso.

"He cumplido los 60, los ahorros de 35 años de mi vida están enterrados ahí abajo. ¿Dónde nos vamos dentro de seis meses si no tenemos recursos?", se pregunta Isidro Navarro, mientras abraza emocionado a su mujer, Pilar, y a una de sus hijas, Tamara, junto a la valla que protege los escombros del edificio derruido.

Para poder rehacer su vida, María Dolores Herrero y su esposo han elegido un reducido apartamento que se ubica en la misma calle cuyo coste sí podrían afrontar cuando desaparezca el apoyo municipal, pero con muchas dificultades. Además, rondando ambos los 70 años, no quieren ni imaginarse un nuevo cambio de vivienda. "Somos gente mayor y necesitamos tranquilidad -explica- y no olvidemos que perdimos todo, desde la ropa a los muebles y electrodomésticos, que ahora hay que reponer".

Ante esta situación, el portavoz de los vecinos afectados, Javier Carbó, reclama "garantías" para que las familias puedan quedarse por más tiempo en sus nuevas casas de alquiler, "porque el problema no se va a resolver en seis meses y necesitamos un horizonte un poco más claro".

Los vecinos redactan un inventario de los enseres que perdieron para sus respectivas compañías de seguros y ya temen que no será fácil recuperar todo su valor. Cuestión aparte será recibir una compensación por el colapso de la construcción. "Nos tocará pelear", vaticina Carbó.

El colectivo de perjudicados está a la espera de conocer los resultados de los sondeos geotécnicos realizados en la zona por el Consorcio de Aseguradoras y el Ayuntamiento para decidir si acuden al juzgado y piden responsabilidades por el hundimiento. "Siempre hemos pensado que una de las causas pudo ser la presencia de aguas residuales del alcantarillado, incrementadas por las lluvias, pero las pruebas lo dirán", subraya Carbó. Piden agilidad y no ocultan su temor a que "todo se paralice en agosto y en otoño estemos como ahora".

"Me consuela ver a mi familia"

Mientras, luchan como pueden por dejar atrás la tristeza de haber perdido todo. Humildad Martínez, presidenta de la comunidad que al sospechar el hundimiento fue piso por piso evacuando a los inquilinos, relata que vuelve a tener fuerzas para seguir adelante. Lo supo hace unos días, cuando en plenas fiestas de la Vaquilla quiso ver por primera vez la montaña de escombros. "Me mareé, me temblaron las piernas, me entró angustia, pero luego sentí un gran alivio al pensar que no había nadie bajo los cascotes", recuerda. "Me consuela sentarme a la mesa y ver a mi familia", añade.

Maribel Carretero aún tirita al recordar lo sucedido. Acababa de enviudar y las cenizas de su marido están allí. Le preocupa el futuro, por su escasa pensión y porque todos sus recursos económicos fueron destinados a pagar la hipoteca, de la que logró librarse un mes antes del hundimiento.

A Esther Martín le queda la pena de que perdió a su perro. Todavía tiene parte de la hipoteca pendiente. No obstante, quiere mirar hacia adelante y pensar que un día volverá a construirse un bloque de pisos allí donde estuvo el Edificio Amantes. "El solar es nuestro", dice con esperanza. 

Vecinos del edificio derrumbado en Teruel junto a los escombros_2. Foto Antonio Garcia Bykofoto 14 07 23[[[FOTOGRAFOS]]]
Vecinos del edificio derrumbado en Teruel junto a los escombros 
Antonio García/Bykofoto

El propietario colindante facilitará el desescombro

La empresa propietaria de la finca contigua al bloque de viviendas que se derrumbó, pero por la fachada trasera, orientada al Camino de la Estación, facilitará el acceso para llevar a cabo el desescombro.

El gerente de Entramados y Construcciones S. A. (Enconsa), Joaquín Garzarán, explicó que ya contactó con el Ayuntamiento cuando se produjo el derrumbamiento, el pasado 13 de junio, para ofrecerle la posibilidad de pasar por su propiedad para retirar los cascotes. Garzarán, que no ha recibido ninguna contestación municipal al respecto, reiteró ayer su ofrecimiento para el momento en que sea necesario despejar el solar del número 21 de la calle San Francisco, cubierto por una montaña de escombros.

El colapso repentino del bloque de 21 pisos levantado en la zona trasera de la propiedad de Enconsa -constituida por una parcela en la que se enclava una antigua nave industrial- provocó también destrozos considerables en esta finca. El derrumbamiento destruyó un cobertizo de 200 metros cuadrados y los escombros hundieron en torno a 100 metros cuadrados de la nave.

Tanto el pabellón como la campa contigua, de unos 800 metros cuadrados, se utilizan para almacenar materiales de construcción de Enconsa. El empresario señaló que su empresa ha dado parte de los destrozos a su aseguradora que, a su vez, reclamará la reparación a la aseguradora de la finca que se derrumbó. Joaquín Garzarán señaló que el seguro de responsabilidad civil de la comunidad de propietarios del bloque hundido cubrirá este tipo de incidencias.

El desescombró de la finca del número 21 de la calle San Francisco será clave para determinar las causas del derrumbamiento del bloque, cuyos propietarios, en una primera estimación, vinculan con las reiteradas filtraciones de aguas residuales y pluviales que sufría el inmueble.

Por otro lado, el Ayuntamiento estudia las ofertas recibidas de dos empresas especializadas para llevar a cabo un estudio de mediante georradar de la calle San Francisco para investigar la posibilidad de que existan cavidades que puedan amenazar la estabilidad en esta vía, aquejada de numerosas filtraciones

Colaboración de la DPT

Una fuente municipal indicó que el Gabinete Geológico de la Diputación Provincial de Teruel está colaborando con los técnicos del Ayuntamiento para elegir la mejor propuesta para la exploración mediante georradar. La elección se concretará en los próximos días. 

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