Abogados y procuradores de la provincia de Teruel denuncian el "bloqueo generalizado" que sufre el Juzgado de Calamocha, con asuntos y gestiones, algunos de ellos de puro trámite, paralizados desde hace un año y medio.

El decano de los abogados turolenses, Alfonso Casas, explica que los problemas comenzaron hace unos dos años, coincidiendo con la pandemia de coronavirus, momento en que dicha unidad judicial empezó a registrar retrasos "muchas veces para cuestiones muy sencillas de resolver e incluso para la mera admisión de escritos".

Los profesionales lamentan que el atasco que sufre el Juzgado de Calamocha les ha causado un "agujero" económico considerable, ya que ellos no pueden facturar al cliente si la cuestión que este planteó no está resuelta. "Al final, todos perdemos, también los ciudadanos, porque sus asuntos se dilatan en el tiempo", subraya Casas.

En septiembre, "todo al día"

Las quejas de abogados y procuradores motivaron que hace dos semanas el Tribunal Superior de Justicia de Aragón (TSJA) realizará una inspección presencial al Juzgado de Calamocha, tras la cual, desde el propio juzgado aseguran ahora que ya se han puesto en marcha medidas para solucionar el problema y que al final del verano, "todo estará al día".

El delegado sindical de los trabajadores del Juzgado de Calamocha por el Csif –sindicato mayoritario–, Antonio Salvador, atribuye el retraso a la "excesiva temporalidad" de los empleados, a la que se han sumado en los últimos años algunas jubilaciones y la consiguiente llegada de nuevos trabajadores a la plantilla.

Según Salvador, el constante cambio de empleados ha dificultado el funcionamiento del Juzgado, pues los recién llegados tienen que aprender a manejar el sistema de gestión procesal que se utiliza en las instalaciones, el Avantius, y suelen adquirir fluidez al cabo de unos tres meses, muchas veces, justo cuando ya tienen que irse –si son interinos– o cambian de destino al tener la plaza en propiedad.

Para el sindicalista, el origen del problema está en que Calamocha "no es una plaza atractiva" y ello debido a que la plantilla de personal es escasa para todo el trabajo que tiene que desempeñar. Esta circunstancia hace que el personal "cambie constantemente", asegura.

El único juez, siempre de guardia

Antonio Salvador explica que el Juzgado de Calamocha asume varias especialidades, como Registro Civil y Violencia de Género –el número de casos se ha triplicado en los últimos cuatro años–, además de ser Administración Electoral. Pese a ello, hay un único juez, que solo es sustituido por otro en verano y navidades, lo que hace que el resto del año un mismo magistrado esté siempre de guardia. "El juez no deja de estar alerta y con el teléfono en la mano y eso es muy difícil de sobrellevar", afirma el sindicalista.

Además de un juez, hay un secretario, dos trabajadores en la sección civil y otros dos en penal y un agente. Algunos de ellos viven en Zaragoza y van y vienen a Calamocha a diario. La situación, destaca Salvador, no es muy distinta de la que se da en Alcañiz, si bien en la capital bajoaragonesa hay dos juzgados de instrucción y, por tanto, otros dos jueces.

Por todo ello, desde el Csif reclaman un aumento de la plantilla judicial y que el juez titular cuente con un magistrado de apoyo y más personal auxiliar cada vez que el trabajo desborde al juzgado. Demanda también cursos de formación en Avantius para todos aquellos trabajadores que llegan, pues ahora son los compañeros veteranos quienes aleccionan a los nuevos, algo que también requiere tiempo. El sindicato calcula que en Calamocha sería necesario contratar al menos a un auxiliar más para la sección Civil y a otro para Penal, un aumento que extrapola también a los Juzgados de Alcañiz.