Los 250 evacuados de Olba y San Agustín por el incendio regresan a sus hogares
El fuego ha arrasado 4.000 hectáreas y mantiene a 1.500 personas desalojadas en Castellón, hasta donde viajará hoy el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
Los 250 vecinos de Olba y San Agustín evacuados de sus casas el pasado jueves como consecuencia del virulento incendio desatado en la vecina localidad de Villanueva de Viver (Castellón) ya han regresado a sus hogares. Los habitantes del barrio de La García de San Agustín, el único núcleo de población alcanzado por las llamas, comprobaron con tristeza que cuatro de las seis viviendas del pueblo habían sido destruidas por el fuego.
La evolución positiva del incendio en la vertiente turolense, donde quedó estabilizado desde primera hora de la mañana, posibilitó el regreso de los desalojados de las dos localidades turolenses afectadas, mientras que el fuego sigue activo en la provincia de Castellón, donde mantiene evacuadas a 1.500 personas. El siniestro ha calcinado un total de 4.000 hectáreas, de las cuales 800 corresponden a los términos municipales de San Agustín y Olba. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, visitará este lunes el puesto de mando del operativo de extinción en Barracas (Castellón), donde se reunirá con los alcaldes de los municipios damnificados.
Para cortar el avance del fuego, se desplegaron este domingo 500 efectivos en el frente castellonense con 18 medios aéreos, entre aviones y helicópteros. En el flanco aragonés, más tranquilo por el viento de poniente -que empujaba las llamas hacía Castellón-, intervinieron 160 operarios contraincendios, una cuadrilla helitransportada, seis autobombas, dos buldózers, un helicóptero y también bomberos de la Diputación Provincial.
La consejera de Presidencia, Mayte Pérez, anunció la vuelta a casa de los turolenses evacuados tras participar en la sesión matutina del Centro de Coordinación Operativa en Barracas. Los afectados fueron convocados a continuación a dos reuniones informativas en La Venta del Aire -barrio de Albentosa que fue el lugar de concentración de los desalojados de Olba- y en San Agustín para organizar el regreso. Pérez explicó que les informaron de que, aunque podían ver «alguna columna de humo», no debían preocuparse porque es «natural» que se produzcan pequeños rebrotes.
Tras las reuniones informativas, una caravana recorrió los barrios desalojados de San Agustín para que los vecinos pudieron volver a sus casas con seguridad y la operación se repitió una hora después con los desalojados de Olba -en este caso fueron necesarios varios convoyes-. A las 17.30, el alcalde de Olba, Federico Martín, comunicaba a los vecinos a través de Whatsapp el «fin del realojo». Martín celebró la «buena noticia», porque los vecinos estaban ya «cansados y preocupados». Un vecino del barrio de los Tarragones, Antonio Olmo, señaló la buena organización del operativo desplegado para volver a la «normalidad».
El alcalde de San Agustín, Daniel Riera, también se felicitó por el final de la evacuación, que afectó a 15 vecinos de los núcleos de Mas de Pastores, Los Peiros, La García, el Mas de Caballero y la Cerrada. La peor parte se la llevaron los vecinos de La García, donde cuatro de las seis casas fueron destruidas por el fuego, tres de ellas viviendas habituales.
Riera señaló que la vuelta a casa acabó con cuatro días «agotadores» en los que los vecinos estuvieron «muy preocupados» al abandonar sus viviendas y sus animales domésticos y ganados. Entre los destrozos causados por las llamas, destaca también la inutilización del servicio de agua del barrio del Mas de Caballero y la muerte de varias cabezas de ganado en una explotación de vacuno entre esta pedanía y La Puebla de Arenoso (Castellón).
El presidente de la Comarca de Gúdar-Javalambre, Ángel Gracia, explicó que desde esta institución se ofrece apoyo psicológico y de los servicios sociales a los damnificados. La Comarca entregó a todos los evacuados un bocadillo, una botella de agua y una naranja para garantizarles, al menos, la cena de regreso al hogar.
Mayte Pérez agradeció la «profesionalidad» de los integrantes el operativo contraincendios y también la implicación de los alcaldes de Albentosa, Olba y San Agustín, así como del presidente de la Comarca de Gúdar-Javalambre, Ángel Gracia, en el alojamiento y manutención de los 250 evacuados de Teruel durante cuatro largos días.
"Un valle precioso y verde es ahora un lugar gris y triste"
«Hemos tenido suerte, dentro de lo que cabe», afirmó José Luis Zafón al volver a su casa del Mas de Caballero tras cuatro días de desalojo forzado por el incendio que mudó el color verde de los alrededores de esta pedanía de San Agustín por el gris de la ceniza. Afortunadamente, su hogar se salvó. Tenía muchas ganas de regresar, pero le preocupaba encontrarse toda la comida «estropeada» porque, con el fuego, la aldea se quedó sin luz. El viaje de vuelta lo llevó a cabo en una caravana encabezada por un vehículo de Protección Civil que fue de barrio en barrio devolviendo a sus habitantes.
Peor panorama presentaba el vecino barrio de La García, con cuatro de sus seis casas convertidas en cenizas, al igual que todo el paisaje de los alrededores. El alcalde de San Agustín, Daniel Riera, que acompañó a uno de los vecinos para inspeccionar su casa -una de las dos salvadas-, definió el paisaje como «deprimente». «Un valle precioso, verde y cubierto de pinos es ahora un lugar gris y triste», indicó. Admitió que devolver la vegetación a las montañas arrasadas por las llamas costará muchos años y pidió ayuda para revegetarlas y, sobre todo, «para las personas que han perdido sus casas».
