Teruel

El mejor queso del mundo se soñó en Aragón

Sus creadores se formaron como queseros cuando vivían en La Puebla de Híjar y son "perfectos conocedores" de los lácteos de la Sierra de Albarracín.

Silvia Peláez y Paco Romero, de Quesos y Besos, recogen el World Cheese Award por su creación 'Olavidia'.
Silvia Peláez y Paco Romero, de Quesos y Besos, recogen el World Cheese Award por su creación 'Olavidia'.
Efe/Eloy Alonso

Olavidia, el mejor queso del mundo de 2021, no existía en 2012. Y sus productores, Silvia Peláez y Paco Romero, impulsores de la marca Quesos y Besos, ni siquiera conocían entonces el proceso de producción de este alimento. Todo cambió en cuestión de unos pocos años: la pareja, que soñaba con dar un giro radical a su carrera profesional, comenzó a compaginar su desempeño en una fábrica de pintura con la formación de maestro quesero. Y todo ello mientras vivían en La Puebla de Híjar, donde maduraron el sueño de ganarse la vida de otra manera.

Los ganadores del último World Cheese Awards se trasladaron a Teruel desde su Jaén natal en 2012. "Somos ingenieros y trabajábamos en una empresa que cerró su planta en Andalucía, surgió la oportunidad de marchar a Aragón y ahí que nos fuimos. Estuvimos de maravilla, nos acogieron genial. Nuestro hijo se sintió muy a gusto desde el principio en la guardería y, poco después, nació su hermana pequeña en Alcañiz", cuenta Silvia, que este jueves no daba abasto a la hora de atender a los medios de comunicación.

Con la idea clara de ser queseros, aprovecharon cada fin de semana y festivo para 'escaparse' a Madrid, Barcelona o Valladolid para completar cursos de formación y profundizar cada vez más en el mundillo. "Sin la buena ubicación de Aragón no habríamos podido movernos de un lado a otro ni lo habríamos tenido tan fácil para completar esa formación teórica", razona la jienense, que en esos momentos se encargaba del control de calidad de las pinturas que luego compraba Balay para sus plantas de Montañana y La Cartuja.

Llegó un momento, ya en febrero de 2016, en que se vieron preparados para dar el salto: "Decidimos volver a nuestra tierra y poner en marcha el proyecto". La empresa que un día soñaron en Teruel se instaló en Guarromán en 2017 para echar a volar hasta alcanzar cotas inesperadas. "Jamás, cuando estábamos en La Puebla de Híjar, nos atrevimos a imaginarnos algo así. Este es un proyecto muy pequeño, familiar, una quesería así no aspira a esto", afirma una emocionada Silvia. 

Olavidia, el mejor queso del mundo 2021.
Olavidia, el mejor queso del mundo 2021.
Efe/Eloy Alonso

La andaluza, que aún digiere las emociones experimentadas estos días (otra de sus creaciones ha quedado sexta en la misma categoría), se reconoce, al igual que su compañero, como una "perfecta conocedora" de los quesos turolenses, "sobre todo los de la Sierra de Albarracín, que son magníficos". 

El elegido como mejor queso del mundo, el Olavidia está elaborado con leche de cabra de raza malagueña y contiene una misteriosa línea negra, de menos de un milímetro, que lo cruza de lado a lado. Se trata de una raya de ceniza procedente de huesos de oliva de la provincia de Jaén que modifica ligeramente la textura. "Es láctico, tipo rulo de cabra, con un toque de nata al paladar y corteza natural enmohecida. El centro absorbe la humedad", describe Sandra, quien reconoce que el hecho de que fuese una creación "desconocida" ayudó a "enamorar al jurado".

Tras conocerse el fallo del jurado, es imposible hacerse con una cuña de Olavidia. No queda nada online ni en las tiendas físicas, tampoco en Aragón. "Nuestra producción es pequeña", asume la exvecina de Teruel, quien junto a su pareja y sus seis empleados ya trabajan para "volver a surtir el mercado" de un sueño forjado en La Puebla de Híjar que por su calidad, prestigio y ajustado precio (10,15 euros los 300 gramos) se va a convertir en un superventas.

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