Los municipios del Jiloca también protestan por la supresión de un autobús a Zaragoza

Alcaldes y vecinos de localidades del Jiloca expresaron ayer su indignación por la supresión, a partir del próximo 18 de julio, de lunes a jueves, de uno de los dos autobuses diarios con que cuentan para ir a Zaragoza. Se trata del primero de la mañana, que sale de Teruel a las 7.00 y llega sobre las 10.15 a la capital aragonesa tras recoger viajeros en todas las poblaciones intermedias.

Según señalan los afectados, el servicio que se recorta es el más usado por la población, al llegar temprano a Zaragoza y conceder tiempo suficiente a los usuarios para realizar gestiones y regresar a casa en el mismo día. Tras su eliminación el próximo lunes, por los pueblos solo pasará un autobús alrededor de las 15.00 que terminará su recorrido en la capital aragonesa sobre las 17.00.

La empresa de transporte concesionaria de la línea regular, Autocares Jiménez, argumenta que suprime el servicio por falta de utilización, lo que se traduce en pérdidas económicas. "En el mejor de los casos, tras 170 kilómetros de recorrido llegan a Zaragoza tres o cuatro viajeros", asegura el gerente, Juan Francisco Jiménez.

El responsable de la empresa criticó que el servicio no recibe "ni un céntimo" de subvención desde 1985, cuando la concesión pasó a depender del Ministerio de Fomento. Matizó que el autobús se mantendrá los viernes y sábados para dar servicio a los estudiantes –los domingos ya no se prestaba este servicio– y agregó que existen varios buses directos entre Teruel y Zaragoza, si bien estos no paran en las localidades intermedias del Jiloca.

"Me parece fatal que se eliminen servicios del medio rural; así solo conseguirán acabar con los pueblos pequeños", protestó el alcalde de Monreal del Campo –2.650 habitantes–, Carlos Redón. "No podemos hablar de vertebrar el territorio y luchar contra la despoblación si luego no cuidamos las comunicaciones", dijo.

El primer edil de Monreal reclamó al Gobierno aragonés que "ayude" al mantenimiento de los servicios de autobús. "De lo contrario –dijo­–, esto será el principio del fin para la provincia de Teruel, donde el 94% del territorio son pueblos pequeños".

La alcaldesa de Villafranca del Campo, Yolanda Domingo, destacó que en el municipio hay mucha gente mayor que no dispone de coche propio y que tiene que ir regularmente a Zaragoza por cuestiones sanitarias. "El Gobierno de Aragón debería plantearse subvencionar un mínimo de autobuses –afirmó– porque el tren es deficitario y no sirve como transporte alternativo".

El alcalde de Caminreal, Joaquín Romero, achacó la supresión del autobús a que "cada vez, por desgracia, somos menos gente en esta tierra y las administraciones parecen mirar hacia otro lado". Una vecina de la localidad, Gloria Sánchez, afirmó que los pueblos se quedan "prácticamente incomunicados". "¿Cómo vamos a ir a Zaragoza los pocos que quedamos?", se preguntó.

Desde la DGA respondieron que una sentencia judicial obliga a volver a licitar la concesión de la línea de autocar Zaragoza-Teruel-Murcia, ya caducada, momento que será aprovechado por el Ejecutivo autonómico para pedir la segregación del tráfico correspondiente a Aragón y regularlo con el nuevo mapa concesional. "Hasta entonces no se puede actuar", indicaron.