La Baja Aragón, el rally que se desarrolla en Teruel desde hace tres ediciones, no solo es para la organización una competición deportiva que reúne a destacados pilotos de renombre internacional, sino que es un auténtico revulsivo para los sectores hostelero y turístico. Ayer quisieron demostrarlo con un estudio elaborado por el Departamento de Gestión Empresarial de la Universidad Pontificia de Comillas (ICADE) que encargaron el año pasado para apoyar su tesis.

Según el informe, presentado ayer con la presencia de autoridades y agentes sociales, este acontecimiento tiene un impacto económico directo durante los tres días que dura de 13 millones de euros, lo que supone casi el 2% del PIB que se produce en el sector deportivo de toda la comunidad autónoma.

Los datos, basados en encuestas realizadas en la edición del año pasado a 350 personas de diferentes perfiles, ponen de manifiesto que el 75% de los asistentes proceden de fuera de la provincia de Teruel y casi el 14% son extranjeros, principalmente de Europa y América del Sur. La Baja de 2015 reunió a 300 participantes y 25.000 espectadores, de los cuales el 90% prolongaron su estancia tras la competición una media de 4,5 días. "Esto demuestra que una vez que vienen se convierten en un público fiel, porque se les trata bien y se sienten a gusto", explicaba el profesor del departamento de Gestión Empresarial de la Universidad Pontificia de Comillas y director del estudio, Javier Sobrino.

El profesor destacó la tipología que presenta el público que asiste a la competición, definido como personas que en un 70% no superan los 55 años, con poder adquisitivo alto y con capacidad de viajar durante mucho tiempo y de gastar. La valoración general que estos tienen del rally y de la provincia es de un 8,4 sobre 10, "muy alta" para Sobrino, quien puntualizó que la mayoría de los asistentes contemplan la prueba "como unas vacaciones muy atractivas".

El redactor del informe manifestó que la competición automovilística, que este año cumple su trigesimotercera edición, "es un evento sostenible", y para respaldar su afirmación dijo que genera actividad económica durante tres días en sectores como la construcción e instalaciones efímeras, bienes de equipo, servicios y comunicación. En cuanto al empleo directo en la organización y en proveedores, alcanza a 350 personas.

La repercusión mediática es un dato relevante para Javier Sobrino. De hecho, el año pasado la competición fue vista por televisión por 6 millones de espectadores, y se emitieron imágenes de Teruel en 50 países del mundo al menos durante un minuto.

Esta proyección mediática de la Baja tiene para el presidente de la Federación Española de Automovilismo, Carlos Gracia, "un valor incalculable", y ayer aseguró que debería considerarse este evento como "una inversión, no como una subvención". En esta misma línea se expresó el consejero de Presidencia, Vicente Guillén, que asistió al acto al igual que la alcaldesa Emma Buj. Defendió la importancia del informe, necesario, a su juicio, ante una situación económica compleja de la Administración. "Tenemos -puntualizó– que demostrar a los ciudadanos que cada euro que se invierte tiene su retorno".

La carrera supuso el año pasado un gasto directo para la organización de 1,1 millón de euros, según apuntó el presidente de Octagon Esedos –entidad promotora del rally–­, Xavier Bartrolí. Pero la Baja contó con el apoyo de una aportación del FITE de 300.000 euros, que se espera repetir este año. De entrada, Emma Buj, le mostró su apoyo, a través de la cesión de infraestructuras municipales y personal. Señaló, no obstante, que la continuidad de la misma tiene que basarse "en el conjunto y la suma del resto de las instituciones".