Discomóvil y baño en la fuente para desquitarse de no poder merendar en la plaza de toros
El acto alternativo reunió en el Ensanche a casi tanta gente como el coso taurino.
Las peñas que este domingo se quedaron fuera de la Merienda por falta de espacio en la plaza de toros no echaron de menos este tradicional acto. O, al menos, eso parecía. La fiesta alternativa que organizó Interpeñas en la fuente de José Torán al comienzo del barrio del Ensanche, con discomóvil y chicas animadoras, tuvo un poder de convocatoria casi tan grande como el del coso taurino. Los miles de personas que tuvieron que contentarse con el concierto, optaron por divertirse y disfrutar del espectáculo a lo grande.
Se veía venir. Ante el calor que reina estos días en la capital turolense, la fuente hizo las veces de piscina. Mientras los disyóqueis del grupo Zany Party se esforzaban por animar a los peñistas a que bailaran, muchos de estos tomaban un refrescante baño o remojaban al prójimo lanzándole agua con las manos y con los pies.
Pero hubo público para todo. En las primeras filas del concierto se encontraban decenas de entusiastas de la música y de las animadoras que no se apartaron de allí ni un minuto. Al lado, una kilométrica barra de bar aparecía atestada de gente en busca de bebida para apagar la sed.
Como es de rigor el domingo de Vaquilla, los peñistas se pasean por Teruel disfrazados. Bailando con Zany Party había tortugas Ninja, napoleones, hawaianos, emperadores romanos y chicas de los años 60. Eso por poner solo algunos ejemplos. En el acto alternativo a la Merienda se podía ver una inmensa variedad de caracterizaciones. Por la trituradora del humor y la ironía pasaron desde astronautas a sanitarios con trajes antiébola y diablesas con el pelo rojo."Esta fiesta compensa"
Aitor Aguilar, de Zaragoza, y Marta Ripoll, de Teruel, lo tenían claro. "Nos da igual no haber podido entrar a la plaza de toros. Esta fiesta compensa de sobras", explicaban. Susana Vicente, también de Zaragoza, definía el espectáculo musical como "fantástico". "Lo estamos pasando tan bien que hemos decidido quedarnos para ver los toros ensogados de esta madrugada", dijo.
El reparto masivo de globos de colores entre el público dio todavía mayor vistosidad a una fiesta ya rica en alegría y diversión. "¡Venga Teruel! ¡Quiero escucharos y veros bailar! ¡Venga esas caderas!", gritaba el disyóquey a sus seguidores, que, pese al calor, se apiñaban junto al escenario hasta no caber un alfiler.
Los asistentes aplaudieron el que este año todas las peñas excluidas de la plaza de toros se hayan puesto de acuerdo para acudir a un solo acto. En años anteriores, cada agrupación organizaba en su sede una actividad alternativa. "Es mejor así, más alegre", manifestó el turolense Ramón Pérez, quien, además, se mostró encantado de no haber ido al coso taurino. "Allí no se puede estar de tanto sol que cae", afirmó.
