Las lluvias de la última semana han frenado los trabajos de reurbanización que se llevan a cabo en el centro de Huesca, donde en estos momentos hay en marcha siete obras incluidas en el proyecto de movilidad y peatonalización del gobierno municipal del Partido Popular. Hasta el final del mandato se acometerán en la ciudad una veintena de intervenciones, con una inversión de 7,8 millones de euros para renovar el saneamiento y pavimentar.

La alcaldesa, Ana Alós, confía en que se cumplan los plazos marcados de manera que todo esté terminado a finales de julio y no sea necesario establecer restricciones de paso durante las fiestas de San Lorenzo, del 9 al 15 de agosto. En todo caso, en cada uno de los contratos firmados con las empresas adjudicatarias hay una cláusula para que en torno al 20 de julio estas calles y plazas tengan echada la solera y se pueda caminar por ellas.

La primera de las grandes obras del mandato se terminó hace poco más de un mes. El tramo del Coso Bajo, entre los Porches de Galicia y la calle de San Lorenzo, se ha transformado en un espacio exclusivo para el peatón, con calzada única, árboles y bancos. Por aquí solo pueden pasar los vehículos de emergencias y el camión de la basura, ya que han soterrado una línea de contenedores que aún no ha empezado a funcionar.

El final de estas obras se solapó con el inicio de los trabajos en el Coso Alto, entre los Porches y la calle de Moya. Aquí se está terminando la colocación de la red de saneamiento y las conducciones de los suministros, según explicó la alcaldesa. A un ritmo parecido se avanza en el tramo comprendido entre la confluencia de los Cosos y la plaza de Navarra. Estas tres obras, en pleno centro urbano, configuran lo que se ha denominado la ‘T’ peatonal de Huesca. Será aquí, por donde hasta finales del pasado septiembre circulaban una media de 5.000 coches al día, donde más se note la transformación de la ciudad.

Para después del verano está previsto acometer obras en los tramos del Coso por los que, aún siendo peatonales, se permite el paso de vehículos autorizados, hasta a las plazas de la Inmaculada y de Santo Domingo.

Ana Alós reconoció ayer que las últimas lluvias han "complicado las cosas" y han supuesto la pérdida de algunos días de trabajo. "Pero hay margen suficiente para poder recuperar esas jornadas y cumplir los plazos", apuntó. La alcaldesa insistió en que prácticamente todas las obras van a buen ritmo. Además del Coso Alto y los Porches de Galicia están en ejecución la calle de Barbastro, la plaza de los Fueros, la calle Castilla, la Costanillla de Lastanosa y la calle de San Lorenzo.

Alós destacó que en esta última, una de las vías más largas de Huesca, se sigue excavando porque la sustitución de la red de saneamiento es muy dificultosa al tratarse de una calle muy estrecha. Es por esto que los trabajos, que comenzaron a finales de abril, se están desarrollando por fases. La primera es la del tramo entre la calle Jazmín y la plaza de Nuestra Señora de Salas.

En el casco antiguo también hay máquinas. Hace tres semanas que se inició la reurbanización de la calle de Castilla, donde ya se ha terminado de colocar el saneamiento. "En los próximos días se empezará a hormigonar para seguir hacia la plaza de los Fueros", indicó la alcaldesa. El plazo para acabar estas obras también termina a finales de julio. Todas estas actuaciones se han planificado para llegar a las fiestas de San Lorenzo sin obras en el centro, salvo imprevistos.Alcantarillado de los años 30

Desde el equipo de gobierno municipal, que cuenta con el apoyo del Partido Aragonés, se ha remarcado que el 80% de la financiación de estas obras procede de fondos externos al Ayuntamiento (Europa y Gobierno de Aragón) y que el 40% de estas inversiones corresponde a la renovación de las redes de alcantarillado, construida en los años 30 del pasado siglo e insuficiente para los actuales usos ciudadanos.

En este sentido, el grupo del PSOE se ha interesado por los restos de los sillares aparecidos en la excavación de las Cuatro Esquinas así como de los adoquines que había bajo la capa de asfalto del Coso, que se colocaron entonces de manera artesanal y que "en otras ciudades se ha conservado".