Las obras en la residencia Sagrada Familia de Huesca se prolongarán cuatro meses

La residencia de mayores Sagrada Familia, en Huesca, permanecerá en obras durante todo el verano. El IASS (Instituto Aragonés de Servicios Sociales) adjudicará en las próximas semanas los trabajos para construir dos unidades de convivencia en la segunda planta del edificio, con 11 y 9 habitaciones. Además, se reformará el comedor del ala sur. La actuación se desarrollará en paralelo a la ampliación del sistema de climatización. Un usuario de este centro falleció en agosto del año pasado por un golpe de calor.

Las obras, con un presupuesto de salida de 347.775,26 euros (con impuestos), tienen un plazo de ejecución de cuatro meses. Las ofertas económicas de las empresas interesadas se abrirán el próximo 6 de mayo, con lo cual es previsible que la rehabilitación no comience hasta junio. 

A principios de marzo, la consejera de Bienestar Social y Familia, Carmen Susín, visitó la residencia y manifestó que esa misma semana iban a iniciarse los trabajos para ampliar y reforzar el sistema de climatización, regularizar la instalación eléctrica de baja tensión y mejorar la eficiencia energética de la iluminación.

Se dijo que el presupuesto sería de 362.649,10 euros y que estaba pendiente de salir a concurso un segundo lote, que quedó desierto, para rehabilitar la segunda planta del centro por 610.477,76 euros. Este lote se ha licitado por de 347.775,26 euros. 

Las obras suponen la demolición interior del ala norte de la planta segunda para la creación de una nueva unidad de convivencia. Estará formada por siete habitaciones individuales y dos dobles, un salón comedor con cocina y otro estar en el pasillo, además de los almacenes necesarios para lencería, sucio y almacenamiento de grúas. 

Casi todas las habitaciones del ala norte contarán con baño adaptado, además de varios aseos y otras estancias de servicio. Se eliminan dos de los dormitorios preexistentes para crear una cocina-comedor próxima al acceso a la unidad, y otro para crear un estar en uno de los extremos

Terraza accesible

En el ala sur de esta misma planta se suprimirá el ‘office’ para ampliar el salón creando dos ambientes. En el espacio restante se acondicionará otra unidad de convivencia, con nueve habitaciones individuales y dos dobles. En este lado habrá baños geriátricos y enfermería, por lo que se presupone que las personas que la habiten tendrán menor autonomía. Aquí habrá además una terraza exterior accesible desde las habitaciones y se compartimentará el actual comedor para diferenciar una zona de estar.

Cada ala de la planta funcionará como una unidad de convivencia independiente, y se prevé que en cada una habiten grupos homogéneos de personas. En la sala común de estas ‘casas’ se incorporará un comedor con cocina completa, asimilable a una cocina doméstica y que se compartirá con el personal.

Este proyecto se enmarca en una serie de actuaciones realizadas en varias residencias de Aragón a partir de la pandemia de 2020 con el objetivo de conseguir el mayor bienestar de la persona que habita en el centro así como de su familia. Se trata de configurar un espacio que haga posible la convivencia en grupos homogéneos reducidos, permita ofrecer una atención más directa y personalizada, crear un ambiente más hogareño al que resulte fácil adaptarse y mejorar la calidad de vida y dignidad de las personas mayores. 

La residencia Sagrada Familia de Huesca se construyó como hospital antituberculoso en los años 50 del pasado siglo y ha sufrido diversas reformas. La última de ellas fue en 2003, Cuenta con sótano, planta baja, tres plantas altas y una última bajo cubierta que es utilizada como almacén. Este geriátrico cuenta con 106 plazas, de las cuales están ocupadas 86. Otras 25 se destinan a estancias diurnas y todas ellas están atendidas por cerca de un centenar de trabajadores.