La temporada de aguas bravas arranca en el río Gállego con unos caudales "fabulosos"
Las reservas para Semana Santa estarán pendientes de la meteorología, porque "cada vez más son más de última hora".
La temporada de aguas bravas en el río Gállego, que arrancó hace apenas dos semanas, llega a las vacaciones de Semana Santa con unos "caudales fabulosos". Y es que "si hace un año estábamos mirando al cielo porque no había agua ni previsión de nieve, esta vez tenemos los pantanos hasta arriba y con mucha nieve y el río está como hacía años", se felicita Gustavo Ortas, de UR Pirineos, una de las empresas del sector ubicadas en Murillo de Gállego.
La prueba es que en 2023 por estas mismas fechas estaban con unos 15 metros cúbicos por segundo de caudal y el martes llegaron incluso a los 120. "Eso hace que las olas sean más grandes y que los descensos sean aún más divertidos", resalta Ortas, quien augura una buena temporada hasta el puente del Pilar "porque si las condiciones del medio son buenas, todo es más fácil de llevar adelante".
En estas dos semanas previas han podido hacer ya el rodaje con grupos de viajes de estudios escolares ya que muchos de ellos hacen parada en Jaca "y una de las actividades estrella es hacer rafting en Murillo, aparte de hacer senderismo en Ordesa o disfrutar de la pista de hielo", explica. También han recibido algún colegio que combinaba las aguas bravas con la recta final de la temporada de esquí.
De cara a estas vacaciones, reconoce que las reservas son una incertidumbre por la previsión meteorológica. "La tónica que llevamos desde la pandemia es que suelen ser siempre de última hora", destaca Ortas. No obstante, esa misma inestabilidad hace muchas veces que los visitantes del Pirineo bajen a esta zona del Reino de los Mallos para realizar actividades.
Todas las empresas de Murillo están plenamente operativas "y con muchas ganas". El rafting sigue siendo la actividad más demanda por los usuarios que llegan al río Gállego, aunque la oferta incluye otras atracciones acuáticas como hidrospeed, canoraft, paddle o tubing.
El sector de las aguas bravas tiene un peso importante en Aragón, y especialmente en la provincia de Huesca, con 50 empresas, 1.500 empleos directos, 180.000 actividades y una facturación de 15 millones de euros en un año bueno.
